Este martes España e Italia se juegan a partir de las 21.00 horas en Wembley un billete a la final de la Eurocopa del próximo domingo. El combinado dirigido por Roberto Mancini es la gran favorita, ya que viene de firmar un torneo extraordinario, haciendo las delicias de todos los espectadores. Por su parte, los de Luis Enrique confían en seguir sorprendiendo a propios y extraños.

Una cita en la que ni España ni Italia podrá contar con el aliento de la gran parte de sus aficionados, después de que Reino Unido haya decidido mantener la cuarentena obligatoria de 10 días (bajo amenaza de sanción de hasta 11.650 euros para quien decida saltársela), reducible a cinco con un test adicional, para cualquier viajero procedente de España (salvo Baleares) o Italia -sucede lo mismo con Dinamarca, que se enfrente este miércoles a Inglaterra en la otra semifinal-.

Una prohibición que provocaba que este lunes la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) lanzara una campaña en redes sociales destinada a los españoles residentes en Reino Unido bajo el lema “We need you” (os necesitamos). Asimismo, la federación italiana también ha hecho lo mismo, conocedores ambas instituciones de la importancia que pueden tener los aficionados en el devenir del encuentro.

Sin embargo, el gobierno de Boris Johnson ha decidido hacer una excepción a los 2.500 VIPs de UEFA, quienes sí que podrán presenciar tanto las semifinales, como la final, sin tener que hacer cuarentena alguna. Un trato de favor que ha generado un gran malestar en España, Italia y Dinamarca, y que, tal y como apunta el diario británico The Times, se trataría de una medida para contentar a UEFA, que había amenazado con llevarse el desenlace de la Eurocopa a Budapest (Hungría), donde las medidas sanitarias son mucho más laxas.

Por último, cabe destacar que según informa The Athletic, UEFA se ha visto obligada a bajar los precios de las entradas del Italia-España (algunas de ellas llegaban incluso a los 600 euros) en una medida desesperada para alcanzar el aforo de 60.000 aficionados (el 75% del total) de Wembley, después de que se haya producido una avalancha de devoluciones en las últimas horas, fruto de la cuarentena obligatoria.