La gran película de Carlos Saura ha llegado a su final. A poco más de 24 horas de recibir el Goya de honor, el célebre cineasta español ha fallecido. Hace apenas, 5 días, este medio pudo disfrutar de una conversación con la hija del afamado director, Anna Saura, por el estreno de la última película que quedará como el último vestigio del afamado cineasta.

El mundo del cine llora la pérdida de un director clave para el cine español, el último de los clásicos. Con su muerte, el séptimo arte patrio cierra una etapa y las palabras que su hija compartió con ElPlural.com toman una nueva consideración.

Anna Saura, aseguraba hace menos de una semana que su padre acogía “super contento y super agradecido” el Goya de honor que el cineasta habría recogido este 11 de febrero. Además, la hija del director aseguraba que el que “la propia Academia de Cine, que le ha visto crecer, sea quien le otorga el premio para él es todo un honor”.

Durante la entrevista concedida a este periódico, la joven directora compartía sus reflexiones y su último trabajo, Las paredes hablan, un documental sobre la evolución del arte urbano que quedará para el recuerdo por ser el último trabajo en el que trabajó el legendario Carlos Saura.

Con cariño recordaba su hija la joven mentalidad del cineasta y aseguraba que la mente del director era “muy inquieta e inconformista, buscando siempre lo diferente y cómo le puede dar una vuelta.” Un hecho que queda patente en su extensa filmografía.

Sobre la manera de trabajar, Anna Saura hizo un repaso sobre la brillante carrera de su padre tras las cámaras. “Al final él es una persona con una mente brillante, que lo ha vivido casi todo y te aporta muchísima sabiduría y conocimiento, pero no por ello dejando de afrontar las cosas de una manera rompedora”, aseguraba la joven directora.

Durante la conversación mantenida con Anna Saura, la hija del recién fallecido cineasta también quiso incidir en la importancia de la memoria histórica, y de cuidar el arte y a nuestros mayores: “No hay mejor forma de dejar la sociedad que queremos que conociendo de dónde venimos y dónde vamos. Es imprescindible dar a conocer las obras de todos los maestros, sin excepción, pero más si cabe las de aquellos que han sido pioneros en algo, que han roto las reglas y gracias a ellos hemos avanzado. Debería ser obligatorio tanto preservarlo -en todos los países- como enseñárselo a las próximas generaciones, también para que tengan referentes y sepan que hubo gente con muchos menos recursos que hicieron cosas increíbles.”

Sin embargo, lo que más resaltó su hija es la pasión por el cine que tenía su padre, arte que no se quedó solo en su pasión, si no que transformó en su modo de vida regalando a la industria impresionantes obras cinematográficas. Ante la pregunta de si Carlos Saura se planteaba dejar alguna vez el cine, su hija era clara respondiendo: “No lo hemos hablado, pero porque nunca se ha planteado dejar de trabajar. (…) Así que el día que deje de trabajar, hablando claro, será el día que se muera.”  Tristemente, parece que ese día ha terminado por llegar, el día en el que Saura finalmente ha apagado su proyector.