El Rayo Vallecano femenino se encuentra en una situación límite, tanto de cara a sus aficionados como a sus propias jugadoras. Y es que el equipo se ha vuelto a ver envuelto en otra polémica, en esta ocasión de carácter sexual. Muchos ponen el foco en el presidente del club, Raúl Martín Presa, a quien acusan de permitir el acoso, acercarse a la ultraderecha o llevar una gestión ''nefasta''.

Después de conocer que las jugadoras estaban sin contratono tienen equipo médico, esta semana salía a la luz unos mensajes machistas que el recién nombrado primer entrenador Carlos Santiso, de 31 años, envió a un grupo de Whatsapp con su cuerpo técnico cuando era coach de infantiles. En la conversación, este hizo una despreciable referencia a emular a los implicados en el caso Arandina, acusados de violar a una menor.

“Este staff es increíble pero nos faltan cosas, nos falta, sigo diciéndolo, hacer una pues como los del Arandina tío. Nos falta ir y que cojamos a una, pero que sea mayor de edad para no meternos en jaris, y cargárnosla ahí todos juntos. Eso es lo que une realmente a un staff y a un equipo. Mira a los del Arandina, iban directos al ascenso”, dijo en un audio publicado por El País.

Tras esto, la afición mostró su rechazo. Este miércoles, durante el partido contra el Valencia, se pudieron ver pancartas con mensajes como "fuera machistas", "Santiso fomenta la violación. Presa le protege" o "no queremos perdones, te queremos fuera". También los Bukaneros, grupo ultra de izquierdas del Rayo, se han pronunciado: ''No se puede dar más asco''.

Asimismo, ha habido un movimiento de las redes sociales, donde se ha compartido sin descanso el mismo mensaje en contra de esta situación. Por su parte, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), junto al sindicato UGT, ha pedido que se aplique el protocolo frente al acoso sexual contra el preparador en un duro texto

Las disculpas

La magnitud de esta polémica llevó a Santiso a emitir un comunicado para disculparse. “Quiero pedir perdón y dejar públicamente constancia de mi profundo arrepentimiento por la desafortunada y de muy mal gusto broma machista imperdonable, la cual realicé hace ya más de cuatro años en un grupo privado”, afirmó. 

En el texto, también agradeció al equipo que le hayan “escuchado y entendido”. “Sobre todo, aceptado mis sentidas disculpas sobre un audio que en absoluto reflejan mi forma de ser ni mis valores”, afirmó

Precisamente esto es lo que, tanto la afición, como el mundo del fútbol, le han reprochado a Martín Presa, a quien muchos llevan pidiendo ver fuera de la dirección desde ya hace unos meses por su ''nefasta gestión'' del club.

Dimite el preparador físico

En este marco,  el preparador físico del filial femenino, Jorge Blanco, ha presentado su dimisión. Según ha apuntado, renuncia a su cargo “por principios y valores” y se muestra abierto a regresar si la situación cambia. "Es una decisión personal mía, ya que por principios y valores no puedo estar en la misma institución que ciertas personas. Siempre he defendido a las mias y a los valores de barrio, por eso si cambia volveré encantado”, ha escrito. 

Presa, amigo de la ultraderecha

La sintonía de Presa con la extrema derecha se puso de manifiesto cuando en abril del pasado año invitó al presidente de Vox, Santiago Abascaly a Rocío Monasterio al palco del estadio para ver el encuentro del conjunto local contra el Albacete. 

Una reunión que provocó los reproches de los seguidores del equipo, que tiene una amplia tradición antifascista. ''Hoy has cruzado todas las líneas que te quedaban por cruzar en tu carrera hacia la miseria moral'', ''vergüenza de presidente'' o ''Vox no es grato, Presa tú tampoco'', fueron algunos de los mensajes de enfado que los aficionados lanzaron entonces.

Para más inri, esto se produjo semanas después de que el presidente del club pronunciara unas polémicas declaciones sobre el barrio madrileño de Vallecas. “Cuando era chaval iba a entrenar a las canchas de El Pozo. Tenías que saltar las jeringuillas. No podías ducharte si no querías coger el sida”, afirmó Martín Presa en la grabación de un documental que realizó Movistar+.

Con estas palabras, el presidente se ganó las críticas de los vecinos del Pozo del Tío Raimundo, que las calificaron de “vergonzosas e indignas”. “Es mentira”, aseguraron desde la Asociación de Vecinos del Pozo y Villa de Vallecas.