Llevan viviendo siglos con nosotros y nunca los hemos visto, hablamos de ellos sin saber quien son, pero a todos nos suenan nombres como Maricastaña, Perogrullo o Perico el de los Palotes. Son personajes paremiológicos, o más sencillo, nombres propios que han pasado a la historia gracias a la tradición oral y sin que se sepa muy bien de donde vienen. 

Algunas expresiones son tan antiguas que podríamos decir que son de tiempos de Maricastaña o de cuando reinó Carolo, ¿pero realmente sabemos de quién estamos hablando?

En tiempos de Maricastaña

El primer nombre puede hacer referencia a María Castaña o María Castiñeira verdadera protagonista de la revuelta popular contra el obispo de Lugo Pedro López de Aguilar en 1386. Era por tanto esta Maricastaña un personaje antiguo en el siglo XVII por eso en las Novelas Ejemplares Miguel de Cervantes se habla de los tiempos de Maricastaña como una época lejana y remota.

Rey Carolo

Lo mismo sucede cuando decimos “cuando reinó Carolo” pues pese a haberse barajado varias teorías la más coherente nos dice que ese “Carolo” era en realidad Carlos III. ¿Cómo lo sabemos? Gracias a la puerta de Alcalá en cuyo frontispicio se lee: "REGE CAROLO IIIANNO MDCCLXXVIII". Los madrileños de los siglos XIX y XX empezaron a interpretar el monumento como una antigualla pasando a ser la latinización de Carlos III el nombre de un rey tan mítico como antiguo.

Frontispicio de la puerta de Alcalá, un monumento “de cuando reinó Carolo”

Juan Pasquín

Los pasquines derivan de Pasquino, una de las “estatuas parlantes de Roma” por ser en ella donde se colocaban soflamas difamatorias, habladurías etc, las cuales terminaron dando origen en España a Juan Pasquín, “el que solo es conocido por su hablar y decir”.

Los pasquines derivan de Pasquino una de las estatuas parlantes de Roma por ser en ella donde se colocaban soflamas difamatorias, habladurías, etc.

 

Perico el de los Palotes

Otro pedro famoso fue Perico el de los Palotes, pues a pesar de haber sido un pseudónimo utilizado por la activista Carmen de Burgos (1867-1932) fue en realidad un personaje paremiológico en toda regla. Las primeras referencias las encontramos en El tesoro de la Lengua Castellana escrito a principios del siglo XVII por el genial Sebastián de Cobarrubias.

En este diccionario se explica no solo lo que son los palotes, que serían nuestras actuales baquetas para tocar el tambor, si no que nos aclara quién  es ese tal perico “un bobo que tañía con dos palotes”.

Aclarando además que la expresión Perico de los palotes se usaba para mostrar indignación por el trato recibido pudiendo decir el ofendido ¿qué pasa que soy Perico el de los Palotes? A este respecto vemos el rastro de Perico en obras de Quevedo o una comedia publicada en Madrid en 1679 o incluso un monologo para niños publicado en 1813.

Rita la Cantaora

Pero no todo iban a ser hombres, también hubo mujeres paremiológicas, en especial una pobre señora a la que le toca hacer todo aquello de lo que los demás nos escaqueamos cuando decimos… “eso que lo haga Rita la Cantaora”, que existió y se llamó en realidad Rita Giménez García.

Esta era Rita la Cantaora. Fotografía de la revista Estampa en 1935

Evidentemente fue una gran figura del cante y la revista Estampa tuvo el privilegio de entrevistarla allá por 1935 cuando era una entrañable abuelita de Carabanchel Alto. La entrevista, aunque breve no tiene desperdicio pues el periodista tuvo la gracia de transcribir la conversación fonéticamente con afirmaciones tales como “he vivío como un reina” “cuando aparesimo, to se gorvía grito y viva a nosotros”. Poco imaginaba aquella abuelilla, como el resto de nuestros personajes que en pleno siglo XXI siguiésemos hablando de ellos, ahora sí, sabiendo quienes fueron.