Además del brindis y la celebración con las personas que más queremos, el fin de año es para muchos un tiempo de reflexión. Posiblemente, el 2016 no haya estado exento de altibajos, decepciones y momentos duros. Es el momento de aprender de nuestros errores, pero también de disfrutar de nuestros logros.

Un estudio asegura que la transición a 2017 será mucho más feliz si tomas nota de estos consejos. Lo primero es no dejar que la negatividad se apodere de tu memoria y te permita recordar aquellos momentos en los que supiste resolver problemas, sentirte cómodo en tu propia piel y alcanzar determinados logros (ya sean pequeños o grandes).

La investigación, publicada en la revista Memory, llegó a la conclusión de que aquellos que así lo hacían mostraban posteriormente una mayor autoestima, eficacia y una sensación de haberle encontrado significado a su vida. En cambio, aquellos que dejaron paso a recuerdos que les recordaban los arrepentimientos pasados, las decepciones, los eventos negativos o los conflictos eran mucho menos felices.

Parece una verdad de perogrullo, pensar en positivo para sentirte bien. Pero los investigadores observaron que los efectos no fueron únicamente por los recuerdos bonitos. Según observaron en el análisis de las respuestas de los voluntarios que ayudaron al experimento, el estado de animó influyó de forma determinante y estaba fuertemente relacionado con los sentimientos de las personas y la introspección. Básicamente, mirar hacia atrás y recordar cómo se sobrepusieron a determinadas dificultades, ayudó a que las personas se sintieran más capaces y preparadas para asumir cualquier evento inesperado que se presente en el nuevo año.

Así que no lo olvides. Pasa de las listas de intenciones, quiérete a ti mismo y valora todo lo que has conseguido pese a las dificultades. Solo tú tienes la llave para sembrar de suerte el 2017.