El 5 de abril de 2021, un capitán de la UCO llamado Juan Vicente Bonilla mantenía una conversación con un confidente. En dicha conversación, el agente preguntaba por Koldo García. Este hecho podría ser absolutamente normal si no fuera por el hecho de que en ese momento, ni la Guardia Civil, ni mucho menos un juzgado, investigaban al que fuera asesor del exministro José Luis Ábalos. ¿Es esto normal? No. Y más si se leen el resto de conversaciones entre estas dos personas. Unas conversaciones que llevan a pensar en la existencia de una UCO patriótica al servicio, al menos en parte del PP de Ayuso.

Un PP que si estuviera jugando una partida de póquer con el PSOE, lo haría con las cartas marcadas. Me explico: esta conversación tuvo llegar a principios de abril del 2021 y tiempo después, ese mismo capitán de la UCO, Juan Vicente Bonilla, se fue a trabajar como alto cargo del Gobierno de la lideresa madrileña por 84.000 euros al año, y, sorpresa, en marzo de 2022, un consejero de Ayuso presentaba en Anticorrupción una denuncia contra Koldo. ¿Casualidad? 

Una conversación que rezaba:

Confidente de la Guardia Civil: “Buenas tardes, señor. ¿Estás por el pueblo o sigues de vacaciones?
Agente de la UCO Juan Vicente Bonilla: “Hola míster. ¿Cómo te va la vida?”.
Confidente de la Guardia Civil: “Me va bien, aunque ha sido la Semana Santa más aburrida de los últimos años”
Agente de la UCO Juan Vicente Bonilla: “Pues sí. La mía exactamente igual. Inactiva del todo. Es lo que quieren los ‘rojomorados’...que nos mate el aburrimiento”.
Confidente de la Guardia Civil: “A esos los vamos a matar nosotros. Ya te contaré cuando te vea. Búscame un hueco en tu agenda”.
Agente de la UCO Juan Vicente Bonilla: “¿Sobre qué quieres que hablemos?”
Confidente de la Guardia Civil: “Sobre Koldo”. 

Investigación prospectiva

Pero más allá de esto, tenemos el hecho de que si se demuestra que esa investigación se hizo con fines políticos, todo el caso Koldo pendería de un hilo, y es que, por suerte para todos los españoles, vivimos en un Estado de Derecho donde las investigaciones prospectivas están prohibidas.

En nuestro país no se puede investigar a una persona “por si ha hecho algo”, ya que esto es incompatible con el proceso penal que debe tener un Estado de Derecho. Además, se estaría vulnerando el principio de especialidad, ya que está prohibido que los poderes públicos hurguen en la intimidad de una persona para ver qué encuentran. Hay que investigar delitos, no personas eñ busca de delitos.

Y a eso hay que sumar que se estaría vulnerando el artículo 24 de la Constitución Española cuyo punto 1 dice: Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión. Y el punto 2: Asimismo, todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, a la defensa y a la asistencia de letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los medios de prueba pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la presunción de inocencia.

Por tanto, estas conversaciones entre ese confidente y el capitán de la Guardia Civil no solo versan sobre la intención de atacar al oponente político, sino que, de demostrarse, significarían la vulneración más absoluta de derechos que hemos visto en mucho tiempo. Pero como les digo una y otra vez, lectores, apliquen ustedes el principio de la navaja de Ockham pues las conclusiones, como siempre, son suyas.

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