El predominio de los vientos de componente noroeste llevan a toda la cornisa cantábrica un viento especialmente limpio y depurado por el océano. Sin embargo, las distintas fábricas e industrias provocan que ese aire pierda su pureza tan pronto como alcanza nuestras cosas. No es necesario estar en una gran ciudad, como Madrid o Barcelona, para respirar un mal aire. Aún con menor emisión de contaminantes, un terreno que impida la circulación de los vientos puede elevar enormemente la concentración de contaminantes, tal y como sucede en Granada. En Canarias, la calima procedente del Sahara suele dejar una mala calidad del aire, a pesar de ser islas en mitad del océano.
Pero, afortunadamente, algunas pequeñas zonas consiguen escapar del nocivo efecto de la contaminación. Es lo que ocurre en la localidad cántabra de Castro Urdiales, donde se respira el aire de mayor calidad de toda España. Así lo afirma el último informe sobre la calidad del aire español realizado por Ecologistas en Acción, que clasifica esa calidad según la concentración de contaminantes tales como partículas en suspensión PM10 y PM2,5, dióxido de nitrógeno, ozono troposférico y dióxido de azufre.
Castro Urdiales, el paraíso del cantábrico
Castro Urdiales se encuentra en el extremo oriental de la región, aunque su aire se diferencia claramente del de la vecina Euskadi. Una diferencia que, sin duda, ha ayudado a este municipio a convertirse en el principal destino turístico de los vascos que, junto a la localidad de Laredo, han seleccionado el este de Cantabria como el paraíso cercano en el que adquirir una segunda vivienda. Además, también ha debido ayudar el espectacular patrimonio arquitectónico de Castro Urdiales, que permite a los visitantes deleitarse con la iglesia gótica de Santa María de la Asunción -del siglo XIII-, el castillo de Santa Ana junto al puerto o sus numerosos palacetes.
Un título muy disputado
Según las mediciones de los ecologistas, sólo dos municipios cumplen escrupulosamente con los límites establecidos, y ambos se encuentran en Cantábria. Tras los de Castro Urdiales, los habitantes de Reinosa son los afortunados que estarían respirando un aire completamente sano.
Pero el título del pueblo con el aire más limpio está extremadamente disputado e, incluso, ha permitido a algunos hacer negocio embotellando aire y vendiéndoselo a pudientes residentes de las zonas más contaminadas del planeta. Meses antes, la OMS seleccionaba a Villalba de Guardo, Palencia, entre los tres pueblos con mejor aire de toda Europa. Pero, en 2016, el organismo encargado de coordinar la salud a nivel mundial seleccionaba a Campisábalos, un pequeño pueblo de 60 habitantes en la sierra norte de Guadalajara, como el tercer pueblo a nivel mundial con el aire más puro.
