Rubén López es uno de los principales activistas LGTBQ+ de nuestro país. Director del observatorio madrileño contra la LGTBfobia y miembro de la ejecutiva de Arcópoli.

 Gracias a su trabajo, entre otros, España se ha convertido en uno de los países con mayor protección para este colectivo perseguido en gran parte del mundo.

Pese a ello, sigue siendo complicado “salir del armario” e importantes sectores de la sociedad siguen percibiendo la diversidad sexual como un problema o un tema del que mofarse.

Muestra de ello es el relato que Rubén ha compartido en su perfil de Twitter. Acostumbrado a entornos de activismo, había colocado una bandera del arcoíris en casa de sus padres. Cuando unos amigos acudieron a comer, vieron la bandera y preguntaron al padre sobre ella haciendo "chistecitos".

La historia no tiene desperdicio.