Rubén López es uno de los principales activistas LGTBQ+ de nuestro país. Director del observatorio madrileño contra la LGTBfobia y miembro de la ejecutiva de Arcópoli.
Gracias a su trabajo, entre otros, España se ha convertido en uno de los países con mayor protección para este colectivo perseguido en gran parte del mundo.
Pese a ello, sigue siendo complicado “salir del armario” e importantes sectores de la sociedad siguen percibiendo la diversidad sexual como un problema o un tema del que mofarse.
Muestra de ello es el relato que Rubén ha compartido en su perfil de Twitter. Acostumbrado a entornos de activismo, había colocado una bandera del arcoíris en casa de sus padres. Cuando unos amigos acudieron a comer, vieron la bandera y preguntaron al padre sobre ella haciendo "chistecitos".
La historia no tiene desperdicio.
Han llegado unos amigos de mis padres a cenar a casa. El marido le ha dicho con sorna a mi padre:"¿y esa bandera que has puesto en la fachada?Le he dicho a mi mujer, ya nos lo explicará Felipe" y se ha reído. pic.twitter.com/2DyYY8TNZQ
— 🏳️🌈Rubén López🏳️🌈 (@rubenlodi) 24 de julio de 2018
Y he a mi padre decir algo así que "mi hijo es muy comprometido con las luchas sociales". Y ya no he oído más. He hecho, por enésima vez, salir a mi padre del armario de tener un hijo gay, con un amigo que venía a hacer chistecitos
— 🏳️🌈Rubén López🏳️🌈 (@rubenlodi) 24 de julio de 2018
No me había percatado que poner mi bandera arcoiris en casa de mis padres aún tiene repercusiones y situaciones incómodas para ellos... Sigo con el chip activista que para nada es el mundo real
— 🏳️🌈Rubén López🏳️🌈 (@rubenlodi) 24 de julio de 2018