Este viernes 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha que sirve para recordar la importancia de destinar recursos a campañas de prevención y concienciación así como para instar a la población a tomar hábitos que garanticen el desarrollo de una buena salud mental. Se celebra, sin embargo, con datos llamativos sobre la mesa que obligan a seguir aunando esfuerzos en este sentido y a seguir trabajando para conseguir condiciones óptimas en el día a día y en múltiples niveles que permitan a la sociedad gozar de ciertos niveles de salud.

Con un aumento de la atención a este factor en los últimos años, la importancia de la salud mental ocupa un hueco cada vez más grueso aunque ello no exime la colaboración entre todos los factores de la sociedad para seguir trabajando en ello. Según se desprende del estudio “Inquietudes, preocupaciones y salud mental de la juventud en España” elaborado por la Fundación Atalaya en 2024, más de la mitad de los jóvenes reconoce haber sentido ansiedad o tristeza prolongada. Además, en líneas similares, la soledad no deseada, asociada hasta hace unos años a personas mayores, está presente de forma moderada en el 55,5% de los jóvenes. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pone de relieve que una de cada cuatro personas se enfrentará a un trastorno mental a lo largo de su vida y, según el Ministerio de Sanidad, un 34% de la sociedad española presenta algún tipo de problema de salud mental. 

A razón de todo ello, ElPlural.com ha podido hablar con Laura Fernández, técnica de salud de Cruz Roja. En declaraciones a este periódico, reconoce que el reto al que se enfrenta la sociedad en esta materia precisa atención y recursos. “El reto al que nos enfrentamos es grande porque según datos de la OMS más de mil millones de personas en el mundo tienen problemas de salud mental. Además, si nos centramos en los retos fundamentales, son dos: por una parte, intentar proporcionar las herramientas necesarias para en caso de tener un malestar emocional saber cómo gestionarlo y, por otra parte, intentar garantizar que todos tengan un acceso a los recursos de salud mental”, sostiene Fernández.

El mayor desafío: la prevención

Y para conseguir todo ello, la técnica de Cruz Roja pone el acento en las tareas de prevención. “Uno de los grandes desafíos es la labor de prevención, desde Cruz Roja se trabaja mucho esto, se hacen campañas de sensibilización, talleres de gestión emocional, acompañamiento a distintos colectivos. Desarrollar esas acciones de sensibilización, de psicoeducación, de fortalecimiento de la comunidad, lo que va a ayudar es a fortalecer el bienestar emocional de las personas y prevenir el desarrollo de problemas de salud mental. Cruz Roja es un agente comunitario y tiene un papel fundamental en la prevención”, ha esgrimido en conversación con este periódico.

No obstante, de la misma forma que es clave seguir trabajando en este área, resulta reseñable destacar que cada vez son más personas las que solicitan ayuda. En este sentido, Fernández fija como punto de inflexión la pandemia, momento a partir del cual los problemas de salud mental empezaron a situarse en el centro del debate. “La pandemia fue un antes y un después. Antes de ella hablar de salud mental no se hacía casi, y a raíz de la pandemia se comienza a hablar de salud mental, se produjo esa primera generación que sí habla de ello, se ha observado un cambio”. 

No obstante, la técnica de Cruz Roja advierte de que el hecho de hablar y destinar recursos a la salud mental no supone una ausencia del estigma. “Que hablemos de salud mental no quiere decir que no siga existiendo un estigma o existiendo unos tabúes porque siguen existiendo, y esto implica que muchas personas tardan más tiempo en pedir ayuda porque les da vergüenza o sienten miedo de poder expresar que están sintiendo malestar emocional”, agrega.

Seis psicólogos por cada cien mil habitantes

En líneas similares, Fernández agrega que para que todo ello sea posible es necesaria una actuación conjunta de todos los actores de la sociedad. Al hilo de ello, lamenta el deficiente escenario que sufre España con respecto a otros países. “Ahora mismo en España hay seis psicólogos por cada cien mil habitantes, cuando, por ejemplo, en otros países la media está en torno a 18”, advierte. “Pero se está haciendo un esfuerzo para intentar garantizar que todas las personas tengan ese acceso a los recursos especializados y hay un esfuerzo en entender que la salud mental no es algo que tiene que estar circunscrito a lo clínico, sino que la salud mental no es algo privado y que todas las personas tienen una responsabilidad”, defiende.

“Ponemos siempre el foco en que las personas pueden pedir ayuda pero también es verdad que la comunidad tiene un papel fundamental en poder proporcionar esa ayuda, en poder ser capaces de identificar esas señales de malestar emocional, acercarnos a las personas que pueden estar sufriendo”, insiste.

Con todo ello, preguntada por qué mensaje le daría a aquellos que todavía se muestran reticentes a pedir ayuda por miedo o sentirse bajo el juicio de la sociedad, Fernández lo tiene claro: “Que no están solas, igual que cuando tenemos un malestar físico acudimos al médico, cuando tenemos malestar emocional también podemos pedir ayuda. No significa que yo sea menos que otra persona o que yo haya fracasado en mi vida. Simplemente necesito tener una mano que me ayude a sobreponerme y acompañarme en ese proceso de recuperación”, ha sentenciado.

El suicidio, un tabú que necesita el altavoz de la esperanza

En otro orden de cosas, cierto es que los tabúes que todavía siguen anclados en el campo de la salud mental se traducen en consecuencias que requieren la acción inmediata e ininterrumpida de todos los actores sociales en su conjunto. Según datos arrojados por Cruz Roja, en 2023, 4.116 personas fallecieron por suicidio en nuestro país, lo que implica en torno a 80.000 intentos de suicidio y casi 50.000 personas afectadas emocionalmente.

Además, se calcula que entre dos y cuatro millones de personas presentarán ideación suicida a lo largo de su vida, mientras que en España doce personas se suicidan cada día. No obstante, es cierto que cada vez son mayores las vías para pedir ayuda y mayores también los recursos. La línea 024 del Ministerio de Sanidad ofrece atención las 24 horas del día los 365 días del año de forma gratuita.

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