Desde una lejana ciudad de China hasta prácticamente cualquier región del planeta. La rápida propagación del SARS-CoV-2 ha sorprendido a todo el mundo, llevándose por delante muchas vidas, costumbres sociales o sectores económicos al completo.

Medio año después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase la emergencia, la humanidad ya supera los 20 millones de contagiados. Existen noticias alentadoras, como los avances en vacunas más precoces de la historia o los datos de las últimas dos semanas que muestran una ligera desaceleración del ritmo de propagación.

Sin embargo, la expansión del virus a varias fases complica los pronósticos globales. Mientras en el continente americano se han pasado el mes de julio batiendo récords en la mayoría de países, Europa se ve cada vez más sobrepasada con los rebrotes. En África, sin sistemas de detección fiables, parece que el coronavirus continúa acelerando su propagación, mientras que los países asiáticos presentan evoluciones especialmente dispares aunque, eso sí, el patógeno no abandona ninguno de ellos por completo. Oceanía es el continente menos afectado, aunque en las zonas más pobladas, como en la australiana Melbourne, tampoco se han librado del azote de la enfermedad. 

Además de los 20 millones de afectados en 188 países, los datos del seguimiento independiente de la Universidad Johns Hopkins informan de más de 730.000 personas fallecidas a causa de la covid-19.

Balance de casos del coronavirus en el mundo - EP