Almudena Moreno. Directora ATO-SAGE

 

 


De acuerdo con un informe de la FAO sobre el desarrollo y la seguridad alimentaria, las mujeres rurales de África constituyen entre el 60 y el 80% de la fuerza laboral agrícola encargada de la producción de alimentos; del procesamiento del 100% de los productos alimenticios básicos; del  90% del suministro de combustible y agua en los hogares; del 80% del almacenamiento y del transporte de los alimentos desde las fincas hasta las aldeas; del 90% del deshierbe de los campos;...  Son las mujeres rurales las que mueven y alimentan al continente y, por lo  tanto, la autosuficiencia y la seguridad alimentaria en las zonas más pobres del mundo sólo se conseguirá con el ejercicio pleno de sus derechos en todas sus actividades.

La subregión natural de la Casamance en África Occidental,  se encuentra entre tres países -Senegal, Gambia y Guinea Bissau- interdependientes y con características geográficas y étnicas comunes.  Esta región comparte numerosas brechas de desigualdad de género vinculadas al ámbito rural, entre otras: analfabetismo –el 65% de las mujeres no saben leer y escribir-, acceso y control de los recursos -sólo el 8% de la tierra y el 5% de la vivienda están en manos de las mujeres-, la participación en la toma de decisiones –son los hombres los que las toman las decisiones en el hogar y en las estructuras comunitarias-,  división sexual del trabajo –las mujeres dedican muchas más horas al cuidado del hogar y trabajan más de 6 horas en los trabajos dirigidos a la producción de alimentos para autoconsumo, mientras que los hombres se emplean menos horas y en los cultivos que generan ingresos-.

Superar estos obstáculos es complejo,  pero las mujeres en esta zona ya están dando pasos importantes, reconociendo que para avanzar con paso firme en los cambios es importante:

•  Generar sensibilización para que ellas puedan reclamar y luego construir de manera más efectiva sobre sus derechos. Si bien generar sensibilización es claramente importante, es igualmente crucial prestar atención específica al fortalecimiento de las capacidades de las mujeres en distintas formas: alfabetización, liderazgo…

Fortalecer el acceso y control de las mujeres a los recursos y beneficios es un medio importante para mejorar su condición e influencia dentro de los hogares y las comunidades.

Mejorar el acceso y control de las mujeres a la tierra y la seguridad de su tenencia, así como su participación activa en los espacios de toma de decisión.

Apoyar a que las mujeres continúen estos cambios lo consideramos clave para la igualdad  y justicia de género.  Y como así lo creemos, estamos llevando a cabo una intervención amplia de desarrollo  que busca luchar contra la pobreza y mejorar el nivel de vida para que la población, especialmente de mujeres y jóvenes, vean reconocido su derecho a la alimentación y a un entorno saludable y equitativo en Senegal, Gambia y Guinea Bissau.

Este proyecto lo hacemos en conjunto tres ONGDs españolas: Solidaridad Internacional, IPADE y HABITAFRICA, las cuales hemos creado la Agrupación Temporal de Organizaciones (ATO-SAGE) para mejorar la calidad de la ayuda poniendo en valor las ventajas comparativas de tres organizaciones con una larga trayectoria en la Cooperación para el  Desarrollo.  Es una nueva forma de entender la cooperación donde creemos que si sumamos compromisos hacemos más y mejor.

Para seguir sumando alianzas, tenemos la iniciativa “AFRICA SE MUEVE” y hemos lanzado un crowdfunding para conseguir fondos para la alfabetización de 45 mujeres del poblado de Nianguré. Con pequeñas donaciones vamos a conseguir los 4.150 € del coste de materiales, desplazamientos y salarios de dos monitoras para la realización del curso de un año de duración.

El crowdfunding ya está en marcha en :

http://microdonaciones.hazloposible.org/proyectos/detalle/?idProyecto=56



“Quien educa a un hombre educa a un individuo, pero quien educa a una mujer educa a un pueblo". Proverbio africano

Almudena Moreno es directora ATO-SAGE