La revista Mongolia ha tomado acciones legales contra Abogados Cristianos, querellándose por una supuesta denuncia falsa contra la asociación y su presidenta, Polonia Castellanos. Y es que, durante el año pasado, la entidad ultracatólica denunció a la publicación por una satírica portada sobre el portal de Belén que, según ellos, era “una ofensa a los sentimientos religiosos”.

El juez Sergio Escalona terminaba archivando el caso contra los editores de Mongolia, Pere Rusiñol y Darío Adanti, al considerar que el chiste estaba amparado en el derecho a la libertad de expresión, ya que suponía “una crítica a una festividad de gran relevancia social”.

Ahora, la revista no ha dudado en dar un nuevo paso en su batalla legal contra la asociación tramitando una querella por los cuestionables métodos y el desfasado amparo legal que utiliza el grupo ultracatólico en sus denuncias contra todo aquel que no comparta su opinión. 

'Mongolia' denuncia los métodos de Abogados Cristianos

Según han explicado desde la revista, Abogados Cristianos “se ha aprovechado de los instrumentos del Estado de derecho con fines intimidatorios” contra quiénes consideraban una voz disidente, amparándose en delitos que muchos jueces consideran ya obsoletos, como las ofensas a los sentimientos religiosos, y que chocan de lleno con el derecho a la libertad de expresión y la libertad de prensa. En el caso de la querella por la imagen del belén, la revista ha expresado que el grupo católico también les denunció por blanqueo de capitales “con notorio desprecio a la verdad”, tal y como subrayan en la publicación, dado que vinculaba a Mongolia con el abogado Gonzalo Boye, sin relación con la revista desde 2017.

En esta misma línea, desde Mongolia han añadido que de esta manera, las asociación ultracatólica intenta “imponer por la vía de los hechos su visión del mundo, totalitaria y nacional-católica, a pesar de que la Constitución española consagra la libertad de expresión como uno de sus valores fundamentales”.

La 'portada de la discordia' no era otra que un belén navideño en el que en lugar del niño Jesús aparecía una caca con ojos, representada por el icono que se utiliza habitualmente en aplicaciones de mensajería como WhatsApp y acompañada del mensaje: "Ha nacido el hijo de Dios. Es igual que su padre".

Manos Limpias también se querelló

Sin embargo, la publicación en tono satírico del belén también recibió las amenazas del pseudosindicato ultraderechista Manos Limpias, que, siguiendo los pasos de Abogados Cristianos, también se querelló contra los editores de la revista, encontrando que su denuncia acababa archivada de la misma manera que la del grupo católico.

Parecía que el pseudosindicato intuía la decisión final del juez acerca de este caso, ya que ningún representante de Manos Limpias hizo acto de presencia en el juicio. "Los querellantes contra la revista Mongolia, la entidad ultraderechista Manos Limpias, ni siquiera se han presentado hoy a mi declaración ante la juez. Es increíble tener que hacer este paripé por una entidad cuya cúpula fue condenada en la Audiencia Nacional por extorsión", escribió entonces Rusiñol, que también daba a entender que otro objetivo de la entidad era que Mongolia dedicase “tiempo y dinero” en abogados.

"Este acoso en los tribunales puede acabar teniendo un efecto pernicioso contrario a los principios liberales: la autocensura", reiteraba el editor de Mongolia sobre los métodos del pseudosindicato, el cuál alegaba que aquella portada "provocaba un grave quebranto a los afectados".

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