Según datos de una encuesta, el 5% de la población española reconoce haber sustituido un tratamiento convencional por una pseudoterapia en el último año. Hay quien ha recurrido a ella para patologías simples, como resfriados o pequeños problemas cutáneos, pero también quien lo ha hecho para tumores y enfermedades degenerativas.

Pese a que no existen ni cifras ni estudios oficiales al respecto, el reguero de afectados e, incluso, de muertos por este tipo de prácticas es tan largo como estremecedor. La Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) calcula que son miles las muertes silenciadas.

En el ‘Primer informe sobre fallecidos a causa de las pseudoterapias en España’ que ha elaborado esta entidad, se sitúa la cifra actual en una horquilla de entre 1210 y 1460 muertes anuales. Sin embargo, advierten, la cifra puede estar infravalorada.


Hace unos tres años que esta agrupación echó a andar. La idea partió de Julián, el padre de Mario Rodríguez, un joven estudiante de segundo año de Ciencias Físicas diagnosticado de leucemia, que abandonó la quimioterapia para ponerse en manos de un curandero que le ofreció un tratamiento ortomolecular.  Ahora, médicos, investigadores, afectados y otros profesionales trabajan con tesón para luchar contra la desinformación y la estafa.

“Estamos ante un grave problema de salud pública”, reconoce a ELPLURAL.COM Fernando Cervera, vocal de la junta directiva de la APETP. “No existen datos al respecto. Ni siquiera se sabe el número de centros que incumple la ley, aunque estimamos que son unos 18.000”, destaca. “Sabemos el orden de magnitud del problema, pero sin cifras precisas, ya que el número de muertes no queda reflejado en estadísticas”.

No son terapias:  La terminología induce a error

Múltiples factores han contribuido al auge de las psedoterapias, empezando por la propia terminología. “El uso de términos como terapia alternativa, complementaria o natural induce a error”, apunta Cervera. “No hay que olvidar que el lenguaje es un arma”, resalta. Es más, los establecimientos que utilizan este tipo de términos y aplican estas prácticas “incumplen la Ley de Centros Sanitarios”.

Del mismo modo, la línea entre lo que es ciencia y lo que no se ha ido haciendo cada vez más difusa y en múltiples debates se ha acabado por poner a los defensores de estas prácticas al mismo nivel que a los científicos. “Que el hombre que afirma curar el autismo con legía participe en un debate con científicos da a entender a la población que hay un debate que en realidad no existe. No imagino una iniciativa similar con un participante que defienda que la tierra es plana, que también los hay”, denuncia Cervera.

La inocuidad no existe

Muchos de quienes aceptan o defienden las pseudoterapias fundamentan su discurso en su inocuidad. Es más, los productos homeopáticos, para ser autorizados, tan solo han de demostrar ésta.  

No se contó, cuando así se decidió, con otro daño que iba a producir esta práctica, el derivado del abandono del tratamiento médico convencional en casos de enfermedades tan graves como el cáncer.

Nunca han sido inocuas”, destaca este integrante de la APETP, que añade, además, que “no es inocuo para la sociedad permitir una estafa en salud pública”.

Tres causas de muerte

El uso de pseudoterapias puede tener serios efectos sobre la salud, e incluso, provocar la muerte. En este sentido, esta asociación subraya que hay tres tipos de fallecimientos.

Por un lado, están los que se producen de forma directa, por los efectos adversos de estos ‘tratamientos’ o por su interacción con la terapia farmacológica convencional que pueda estar siguiendo el paciente. “Hay que tener en cuenta que la mayoría de los estudios se han centrado en buscar la efectividad y, al no encontrarla, no han pasado a la fase de estudio de los efectos adversos”, recuerda Cervera.

En este grupo se incluirían, desde muertes por productos que contienen mercurio hasta fallecimientos derivados de la acupuntura. Esta práctica le ocasionó un neumotórax a una mujer de Alicante y un tratamiento similar una rotura de un ventrículo a otra de Jaén.

También se han registrado ictus y derrames cerebrales tras la manipulación de la columna vertebral por parte de un quiropráctico.

A estas muertes hay que añadir aquellas derivadas del abandono del tratamiento convencional y de la pérdida de la oportunidad terapéutica. Sirva como ejemplo el cáncer de mama, una enfermedad curable en muchos casos. La tasa de supervivencia a 5 años si el tumor se encuentra en etapa 0 ó I es casi del 100%, pero se reduce al 22% si se encuentra en fase IV. “Hay estudios que recogen que las mujeres con cáncer de mama que utilizan pseudoterapias aumentan su riesgo de muerte un 470%, los pacientes de cáncer colorrectal un 360% y los de cáncer de pulmón un 150%”, resalta el informe elaborado por la APETP.

Las pseudoterapias tienen, además, el potencial de generar brotes de peligrosas enfermedades erradicadas gracias a la medicina. Así ocurrió en Olot, con el fallecimiento de un niño por difteria, el primer caso en 40 años.

Médicos implicados y Colegios que miran a otro lado

Que haya profesionales sanitarios aplicando pseudoterapias contribuye a validarlas. “Los médicos son una de las causas más importantes de legitimación”, advierte Cervera.

A ello se suma que los colegios profesionales miran hacia otro lado. “En Madrid saben desde hace más de un año que tienen varios médicos que dicen poder sanar imponiendo las manos, otro que asegura curar el cáncer con imanes y una doctora que practica la dianética, una pseudoterapia muy próxima al movimiento de la cienciología que se fundamenta en la idea de que existe un dictador intergaláctico llamado Xenu”, cuenta a este medio el representante de la APETP. “Estamos hablando de cosas que parecen sacadas de un cómic de ciencia ficción, que están siendo aplicadas por colegiados con conocimiento de los colegios de médicos”, lamenta, “y lo mismo ocurre con colegios de fisioterapeutas y farmacéuticos”.

Conocidos periodistas y políticos, entre sus defensores

A médicos y colegios profesionales hay que sumar la responsabilidad de conocidos rostros de diferentes ámbitos que se han mostrado a favor de este tipo de ‘terapias’. Tan conocidas como polémicas fueron en su día las declaraciones realizadas por Mariló Montero, que llegó a decir que oler un limón podía prevenir el cáncer, Javier Cárdenas, que defendió que las vacunas provocaban autismo, o el propio Carles Francino, que se vio obligado a rectificar, tras afirmar en su programa de radio que la homeopatía funcionaba.

El papel de las universidades

También las universidades han jugado un importante papel en la validación de las pseudoterapias. Estas instituciones “han ofertado, y aún ofertan, títulos relacionados con estas prácticas”, afirma Fernando Cervera, que recuerda bien cómo la asociación a la que pertenece paralizó la implantación de un Máster en la Universidad de Valencia fundamentado en la terapia cuántica y la sanación por imposición de manos.

En todas las clases sociales

El engaño no entiende de clases sociales. Hay estudios desarrollados en otros países que apuntan, incluso, a un perfil socioeconómico medio -alto con estudios superiores. “Los dos casos más mediáticos que ha habido en España de muertes por pseudoterapias son el del propio Mario, estudiante de segundo de Ciencias Físicas, de 21 años, y el de Rosa, una economista de 41 años con alto perfil formativo”, recuerda Cervera. “Una carrera no te convierte en una persona crítica y analítica en todos los campos del conocimiento. A cualquiera le pueden engañar”, subraya, aunque matiza “es más difícil si pertenece al ámbito sanitario”.

En este sentido hay que tener en cuenta, además, el estado de vulnerabilidad del paciente, sobre todo, en casos oncológicos o de enfermedades degenerativas.

Mucho más que homeopatía: Del biomagnetismo al reiki  

Aunque la homeopatía ha centrado la mayor parte del interés mediático en los últimos años, la lista de pseudoterapias es larga. En ella figuran desde la angeloterpia, hasta la terapia radiónica, pasando por el biomagnetismo, la sanación cuántica o el reiki. Esta asociación tiene recogidas más de 70, pero calcula que se practican en España cerca de dos centenares.  “Unas tienen más implantación que otras”, indica Cervera, quien puntualiza, que “algunas como la bioneuroemoción, la biodescodificación, la dianética o la Nueva Medicina Germánica, tienen carácter sectario y alienan a los pacientes”.

Engaño económico y falsas esperanzas

Todas ellas conforman negocios que dejan miles de euros en el bolsillo de quienes las practican y esperanzas rotas en los que se ponen en sus manos. “En la asociación, la mayor parte de los casos son de afectados, que han tenido secuelas, físicas y emocionales”, mantiene Cervera. “Han sido y se sienten engañados”.

Mientras, las administraciones buscan soluciones a un problema que, pese a las informaciones que se difunden, no es solo español. Se ha alertado de un importante número de muertes por pseudoterapias en muchos otros países como Inglaterra, Canadá y Estados Unidos.

“Se ha lanzado la idea de que España se ha quedado sola en la lucha, pero no es verdad”. En Europa hay muchas iniciativas que van en la misma dirección y es muy probable que en el próximo año cambien las cosas”, avanza este vocal de la APETP. Sin embargo, la lucha ni es ni va a ser fácil. Hay muchos intereses en juego y  “laboratorios muy poderosos como Boiron y Heel detrás”, concluye.