El presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, ha vuelto a felicitar la Navidad entonando un villancico cántabro. Esta vez lo ha hecho desde la ermita de San Cipriano y, como viene siendo tradicional, al finalizar ha reivindicado los productos de la tierra. "Ahora que veo que el Niño Jesús está llorando, voy a darle una anchoica", comentó. Dicho y hecho.

Previamente había criticado la austeridad impuesta por Bruselas. "A ver si en este 2017 se les mete en la sesera a los barandas de la Unión Europea que la política de los recortes no salimos de la crisis y que, además, es profundamente injusta".