Productos como Ruffles, Lay’s, Doritos y Cheetos han experimentado en los últimos años una reducción de tamaño y un aumento en sus precios. Según el estudio de FACUA-Consumidores en Acción, la multinacional PepsiCo no solo ofrece menos cantidad en sus envases, sino que también ha incrementado sus precios, lo que constituye un claro ejemplo de reduflación. Ante esta práctica fraudulenta, la organización ha solicitado al Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, bajo la dirección del ministro Bustinduy, una reforma legal que obligue a las marcas a informar de forma visible en el etiquetado sobre cualquier cambio en el formato o la cantidad del producto.
El caso más destacado ha sido protagonizado por los Cheetos Gustosines, con el aumento más extremo de su precio por kilo, que ha alcanzado un 44,8% desde enero de 2022. Anteriormente, este producto se vendía en envases de 96 gramos por 1,45 euros, pero a partir de mayo de 2025 el formato se ha reducido a 75 gramos, con un coste de 1,64 euros.
Las patatas Ruffles sabor a jamón también han sufrido dos cambios en su pack durante los últimos tres años. En enero de 2022, el paquete económico era de 295 gramos por 2,89 euros. Un año después, pasó a 275 gramos y 3,35 euros. Actualmente, el envase contiene 243 gramos y se vende a 2,99 euros. Por tanto, en su conjunto, el contenido alimentario se ha reducido en 52 gramos y su precio por kilo ha subido un 11%.
Algo similar ocurre con las Lay’s al punto de sal. Aunque en enero de 2022 adquirir su paquete de 282 gramos costaba 2,35 euros, a día de hoy, con un peso de 248 gramos, tiene un valor de 2,69 euros. En términos de precio por kilo, el incremento es del 21,8%. Finalmente, los Doritos Tex-Mex han sido otro objeto de reduflación, con un envase que ha pasado de 260 a 225 gramos, mientras el precio ha subido de 2,89 a 2,99 euros. Esto implica un aumento del 19,5% por kilo.
La asociación FACUA ya había advertido de esta práctica en ocasiones anteriores con otros productos alimentarios. En febrero de 2023 denunció una docena de alimentos en los que se ofrecía una menor cantidad por un mayor precio, y en noviembre de 2024 advirtió sobre varios dulces navideños que aplicaban estas mismas prácticas.
Por todo ello, FACUA insiste al Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 en la necesidad de una normativa que obligue a las empresas a comunicar de forma visible, durante un periodo prolongado, cualquier reducción de contenido o aumento de precio, para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas.