Rara vez se deja ver Meg Ryan en los eventos públicos. Tras casi dos años de ausencia, la actriz de Cuando Harry encontró a Sally o Planes de boda ha aparecido al estreno del documental Still del conocido actor que dio vida a Marty Mcfly en Regreso al Futuro, Michael J. Fox. En esta ocasión, su asistencia ha provocado un gran revuelo por su apariencia no solo en las redes sociales, sino también en los propios medios de comunicación. La califican de irreconocible por haber pasado por quirófano y no es de dudar los estragos que hace el tiempo en la piel, natural e inevitable, aunque acentuada tras el paso del contacto de la cirugía estética.

El edadismo es un término que recientemente ha añadido la Real Academia Española (RAE) que alude a la “discriminación por razón de edad, especialmente, de las personas mayores o ancianas”. Sometida al escrutinio desde varios años, su aparición junto a Fox no es la primera desde su ausencia en las grandes pantallas. De nuevo, las operaciones estéticas a las que se había sometido Ryan salían de nuevo a la palestra hace siete años cuando la actriz de ahora 61 años se dejó ver en los Premios Tony.

De intachable trayectoria, Meg Ryan dominaba la taquilla y se convertía en “la novia de América” en Hollywood tras el éxito de sus personajes en French Kiss (1997), Cuando un hombre ama a una mujer (1994) o Top Gun (1986), por mencionar algunos. Reina de las comedidas románticas de los años 90, en conjunto con otra de las grandes, Jennifer Aniston, la actriz acumula varios triunfos en la pantalla, pero lo más comentado por los usuarios en las redes sociales es su irreconocible aspecto por haber pasado por el bisturí.

Mismo instrumento por el que han pasado actores como, Tom Hanks o George Clooney en la industria cinematográfica, pero que se inundan de alabanzas por su recorrido cinematográfico y su “buen aspecto”. Aunque no han sido los únicos, más ejemplos de actores que han pasado por el mismo quirófano son el consagrado Liam Neeson o Robert Redford, cuya apariencia también se ha visto afectada por el paso del tiempo, el poder del envejecimiento, incontrolable, ineludible y especialmente innato, un aspecto que no debe ser soslayado, sino aceptado para no marcar los cánones de belleza establecidos socialmente.

Criticada por muchos, aplaudida por pocos

La comentada aparición de Ryan ha provocado una oleada de reacciones por parte de los usuarios en las plataformas sociales, uno de los temas más comentados en el preestreno de Fox. Todos han responsabilizado a la cirugía estética y la excentricidad absoluta por pasar por quirófano para amoldarse a las matrices del 90-60-90 y reducir esos “detallitos” en el rostro provocando justo el efecto contrario en la dermis, dejando un aluvión de críticas a Ryan, ahora centrada en su vida personal y alejada de la industria hollywoodense desde el espaldarazo de la academia.

Muchos lamentan la imagen de Ryan a los 61 años. “Y un día Meg Ryan desapareció y quedó una caricatura. El precio de no querer envejecer”, comenta un usuario. “Cómo puede una mujer tan bonita como Meg Ryan llegar a los 61 años con este aspecto, por culpa de las cirugías?”, escribe @Marisanorte. “Pero ¿qué se ha hecho Meg Ryan en la cara? ¡Si era guapísima!”, explica otro usuario.

“Impactada con Meg Ryan… Aiii con la carina tan preciosa q tenía… Irreconocible. Yo quise parecerme a ella hasta con su corte de pelo. Los años pasan para todos, se envejece; hay que envejecer.. pero ese bisturí… aii”, escribe otro perfil.

 

 

No han faltado las comparaciones. “La deslumbrante Lesley Manville está “envejeciendo”, con mucha gracia y belleza. Meg Ryan está desafiando el “envejecimiento” con cirugía estética y rellenos y no es nada de lo que presumir. Todos tenemos ojos y podemos ver que se ha arruinado a sí misma”, comenta una usuaria en Twitter sobre la actriz Manville de 67 años.

Pero también están los que le quitan el alarmismo. “La polémica de Meg Ryan por sus “retoques” no es nada original: una mujer considerada bella en su juventud es atacada en su madurez por pasar por la cirugía. Los medios se preguntan “¿!Cómo puede haber acabado así!?”. La respuesta está en vuestro interés en escribir sobre ello”, escribe @mossenmiranda. “Meg Ryan está preciosa a sus 61 años. Dejemos de normalizar que las actrices tengan que aparentar 20 años menos para que un Manolo nostálgico pueda cascársela a gusto con el mito erótico de su juventud”, escriben en Twitter.