La visita de Hugo Silva en El Hormiguero no solo dio más detalles sobre la nueva serie, Pollos sin cabeza, que protagonizará el conocido actor madrileño por su paso en Los hombres de Paco, El Ministerio del Tiempo o Al salir de clase. Su conversación con Pablo Motos dejó varios puntos de qué hablar en la audiencia del programa. En concreto, del tuitero Martín Ruiz que se define como “comunicador y político” que asegura formar parte de Vox Santander y que cargaba contra el actor por su apariencia. “Acabo de ver al bueno de Hugo Silva en El Hormiguero. ¿Es realmente necesario, imprescindible, ir sin peinar, con camiseta playera y como quien se levanta de una resaca, a los programas de televisión? ¿Se es más ‘progre’ apostando por la dejadez y el feísmo estético”, escribía en su cuenta de Twitter.

Lo que el autor no se imaginaba era que el propio Silva sería el que respondiese a sus preguntas con un contundente “Sí” y aprovechaba para dar visibilidad al diseñador de su camiseta mencionando la cuenta de @mirufinao. El impacto del tuit de Silva también ha provocado la reacción de muchos tuiteros que se han sumado al atuendo del actor en El Hormiguero que ya recopila más de 17 mil ‘me gusta’ con un mensaje publicado en apenas de un día.

Las redes sociales y los códigos de vestimenta

Entre ellos, el periodista @sebas_maspons comenta que “ojalá pudiera ir yo sin peinar” o el malagueño @francisrumbamor escribe que “y porqué tiene que ir uno vestido como digan los demás, es increíble de que la gente se meta en la vida de los demás, que vivan sus vidas cojones. Que son dos días la vida y ya ha pasado 1”. Incluso cuentas como la escritora La Vecina Rubia también se han pronunciado sobre el comentario de Martín Ruiz añadiendo que “’Hugo Silva’ y ‘feísmo estético’ es un oxímoron”.

Más comentarios se añaden a favor de Silva y la crítica del tuitero de Vox. “Si una mujer fuera al mismo programa sin peinar, sin maquillar y con ropa informal lo describirían como un acto positivo para la sociedad, incluso valiente. Si lo hace un hombre, es dejadez… Pues vaya”, comenta Noor Ben Yessef. “Creo que justamente hay que normalizar que ante todo sois seres humanos y que no hay que vestirse como si fuerais a una entrega de los oscars para ir a una entrevista en tv. Que manía con criticarlo todo ostia ya”, responde @Gaerwenill. “El que es guapo, no necesita tanto adorno. Mucha envidia es lo que hay”, comenta otro usuario.

 

Silva y sus encuentros con las autoridades policiales

La entrevista de Hugo Silva con Pablo Motos se orientaba a Pollos sin cabeza, una serie que sigue la vida de Alberto Martín Ruiz, un exfutbolista y representante de jugadores al que llaman ‘Beto’. “Está ambientada en le mundo que hay detrás del fútbol y es muy gamberra”, respondía Hugo, aunque reconocía no ser muy futbolero porque “solo veo algún partido de vez en cuando con los amigos”.

La cita con Motos y Silva también dejaba varias anécdotas curiosas, especialmente, porque involucraban a la policía dentro de las historias que ha contado en el programa. “Estaba en Brasil de vacaciones con Aitor Luna y otro amigo. Alquilamos un coche porque queríamos ir a ver unas ballenas. Nos paró la Policía, aunque no tengo muy claro que fueran de verdad, y a punta de pistola, en medio de la nada, empezaron a registrarnos. No encontraban nada y de repente sacaron una bolsa de marihuana que no era nuestra. Nos dimos cuenta de que nos estaban atracando y habían montado un show maravilloso. Tuvimos que pagar una pasta y nos acompañaron”, confiesa el artista.

Me dijeron que me iban a registrar y me iba a pasar por rayos x.

Pero Motos sabía que su historia en Brasil no fue la única en relación con la “pasma” y le preguntaba por su paso en Colombia. “En Colombia eran polis de verdad. Volvía solo de un rodaje y vieron que tenía en el pasaporte una cuña por haber alargado más el tiempo de estancia. Me empezaron a preguntar dónde había estado. Les dije que en Riohacha y era un sitio muy raro al que solo vas a trabajar. Me dijeron que me iban a registrar y me iba a pasar por rayos x. No tenía problema. Y un señor me llevó y puso una cara muy rara. Me preguntó qué había comido y le dije que una hamburguesa. No sé qué habría visto, pero su cara era un poema”, describía Silva.