La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, la primera mujer en ese puesto en 175 años de historia, prometió al asumir su cargo, el 22 de enero, el comienzo de “una nueva etapa” en el Cuerpo, y ya se “dan por hecho” relevos importantes, como el del jefe de Gabinete Técnico, que ocupa el general Francisco Esteban Pérez, un hombre que no ha mantenido precisamente unas relaciones fluidas con todas las asociaciones representativas. Se espera también el cese del actual Director Adjunto Operativo (DAO), Laurentino Ceña Coro, en los próximos meses.

Gámez podría valorar incluir en el  Gabinete Técnico un perfil de carácter civil, o, incluso, que el puesto no esté ocupado por una sola persona. El reto que tiene ante sí la nueva directora general no es fácil, dado el carácter militar de la Guardia Civil, en la que los generales han llevado la voz cantante durante décadas. Esos mismos generales que el pasado 22 de enero se cuadraron ante la primera mujer directora general de la historia del Cuerpo, que han dirigido 88 hombres.

La imagen de un gay y una mujer pasando revista 

“A algunos les chocó mucho la imagen de un homosexual y una mujer pasando revista. No lo encajan bien. Habrá que ver cuando se empiecen a tomar decisiones progresistas”, dicen fuentes de la Guardia Civil consultadas por El Plural.

“Se da por hecho el relevo de cargos como el del jefe de Gabinete”, añaden las mismas fuentes. Francisco Esteban Pérez es general y ha sido el interlocutor de la jefatura con las asociaciones representativas, que llevan dando la batalla por mejoras laborales para los guardias. Su condición de general no ha ayudado al diálogo.

El relevo del DAO 

Otro relevo que se espera es el del Director Adjunto Operativo. Esta figura la recuperó el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, después de que el anterior, Juan Ignacio Zoido la eliminara del organigrama de la Guardia Civil. El teniente general Laurentino Ceña Coro asumió el cargo por escalafón y era un hombre de confianza de Zoido.         

Lo que piden las asociaciones a Gámez

El lunes pasado, la directora general se reunió con las asociaciones con representación en el Consejo de la Guardia Civil (AUGC, ASES-GC, AEGC, Unión GC, APROGC, UO y la Asociación Profesional de Cabos), primero una reunión conjunta y después, por separado, con cada una de ellas. La mayoritaria, AUGC, trasmitió a Gámez las reivindicaciones que consideran “más urgentes”, según ha explicado la organización a este diario: la regulación de la jornada laboral para favorecer la conciliación, algo que incide también en la escasa presencia de mujeres en el Cuerpo; los complementos de productividad, que favorecen generalmente a los altos cargos, mientras los agentes trabajan noches y festivos por pagas de risa. Los guardias cobran 2,86 euros la hora en Navidad; 1,42 euros la hora en jornadas festivas y 0,71 céntimos la hora en las noches.

La equiparación llegará en Presupuestos o por Real Decreto

Las asociaciones también trataron con la directora general el pago del último tramo del acuerdo de la equiparación salarial y ella se comprometió con las asociaciones a que el pago será “inminente”, después de que se llegue a un acuerdo en las mesas de trabajo, y a que si no pudiera entrar en los Presupuestos Generales, se hará a través de un Real Decreto, según fuentes de esas organizaciones consultadas por este diario.

María Gámez tendrá entre sus misiones calmar a las asociaciones, bastante molestas por el proyecto para modificar la jornada laboral, vacaciones e incentivos presentada por su antecesor en el cargo, Félix Azón, que los representantes de los guardias consideraron “un retroceso en derechos” y una “entrega al generalato”.

El proyecto de Azón contemplaba que un guardia civil trabajara dos meses más año que un policía nacional y un cuestionable recorte en la nómina de las agentes que se quedaran embarazas.