Regresó el fútbol para el Real Madrid. No en el Santiago Bernabéu, inmerso en sus obras de remodelación, sino en el Alfredo Di Stéfano (Valdebebas). Los blancos recibían al Eibar en el feudo habitual del filial, al que derrotaron por 3-1. Uno de los tantos llevó la firma del lateral brasileño Marcelo, que dejó una de las imágenes de la jornada al hincar rodilla en el césped para celebrarlo.

Marcelo dedicó su tanto a George Floyd e inmediatamente después llevó su rodilla al verde del Di Stéfano en muestra de protesta contra el racismo y los hechos sucedidos en Estados Unidos el pasado 25 de mayo. El lateral brasileño se convirtió en el primer futbolista de LaLiga en mostrar su repulsa contra el racismo y en homenajear al ciudadano de norteamericano asesinado en Mineápolis.

Los gestos solidarios se han repetido a lo largo y ancho del mundo del deporte. Jadon Sancho y Achraf, jugadores del Borussia Dortmund, fueron los primeros en protestar contra lo sucedido, junto con Thuram. Sin embargo, en este primer fin de semana de competición, nadie lo había hecho en LaLiga hasta que llegó Marcelo.

La FIFA, a años luz de la realidad social en algunas ocasiones, instó a los árbitros que no se sancionaran este tipo de gestos. El lateral del Madrid, tras capturar un rechace provocado por un disparo de Hazard que repelió el guardameta armero, fusiló la portería rival con la pierna izquierda para colocar el 3-0 en el marcador del Di Stéfano y hacer su reivindicación.