En estos días, el choque que la doctora en Ciencias de la Comunicación, Cristina Martín Jiménez, mantuvo con la vicepresidenta primera del Gobierno de España, María Jesús Montero, en la terraza de un bar ha despertado gran revuelo en redes sociales. Un encuentro en el que la primera quería hacerle unas preguntas a la política; sin embargo, esta educadamente le indicaba que no deseaba responder. La negativa de Montero, a pesar de que no se había presentado como periodista y la abordaba directamente grabándola, provocó la irritación de Martín Jiménez que, abandonando el perfil periodístico que afirma seguir, comenzó a increpar a la socialista y a lanzarle proclamas cargadas de contenido político como “¡estáis permitiendo que la gente se empobrezca más con la Agenda 2030!".
El vídeo de este suceso lo ha publicado la propia Martín Jiménez, encontrando tanto aplausos a su presión a la vicepresidenta como críticas a su comportamiento nada propio de la profesión periodística. No obstante, la doctora en Ciencias de la Comunicación no se ha vuelto viral por este hecho, sino que ya contaba con más de 130.000 seguidores en ‘X’, 254.000 en Instagram o 65.000 suscriptores en Youtube.
El alcance de Martín Jiménez es amplio y, por ello, los mensajes que propaga fruto de las investigaciones que afirma realizar también llegan a numerosas personas. Doctora en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sevilla, miembro de la Junta Directiva del Laboratorio de Estudios de Comunicación de esta misma universidad y ejerciendo como periodista independiente, la sevillana se volvió conocida por publicar el primer libro dedicado al club Bilderberg un foro de debates informales para fomentar el diálogo entre Europa y América del Norte, en el que participan unos 130 líderes políticos y expertos de la industria, las finanzas, el trabajo, el mundo académico y los medios de comunicación para analizar los problemas globales. Sin embargo, para la doctora, este club es el encargado de diseñar el orden mundial, jugar con las personas como si fueran objetos y responsables directos que diseñan los problemas mundiales que tienen lugar.
Las afirmaciones de carácter conspiratorio que Cristina Martín Jiménez realiza en las entrevistas que le hacen giran en torno a este club Bilderberg, como se puede ver en su participación hace escasos días en el podcast Aladetres y que se trasladan a continuación. Razonamientos que surgen de las investigaciones que dice haber realizado pero cuyas fuentes, mayormente, no menciona y deriva en todo momento a leer sus libros que, como es de esperar, no se encuentran abiertos al lector y deben ser comprados.
La Agenda 2030 y su objetivo de disminuir la población
Según Cristina Martín Jiménez, existen unos intereses de las grandes fortunas por los cuales desean que el número de ciudadanos del mundo se vea reducido y, como estas forman parte del club Bilderberg donde coinciden con líderes políticos, tras haber moldeado cómo debe evolucionar la población mundial, ordenan a los mandatarios las líneas de trabajo a desarrollar en las organizaciones internacionales y, fruto de ello, surgen iniciativas como la Agenda 2030, la cual, para la periodista, es una mera campaña propagandística universal dirigida a sugestionar a todas las personas del planeta.
De esta manera, en el podcast, Martín Jiménez procedía a leer textualmente palabras que había escrito en su libro 'Agenda 2030: Libertad o Tiranía', asegurando que los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por la ONU, especialmente los de salud, educación e igualdad de género buscan un objetivo concreto.
Contribuir a reducir los niveles de fertilidad y desacelerar, así, el crecimiento de la población
En este sentido, hacía referencia a que esta premisa se perseguía mediante el fomento de ideologías que promueven el aborto y la eutanasia, así como promoviendo mensajes de igualdad de género y colectivos LGTBI, con los que se busca destruir las familias.
Se trata este de un concepto que defiende no solo Martín Jiménez, sino también otras personas promueven y que llevó al medio estadounidense Univisión a esclarecer la información y exponer que “no hay ninguna meta del objetivo 5 que indique que se busca la reducción de la población a través del aborto o la eutanasia. En la meta 5.6 sí se señala que se persigue garantizar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos, de acuerdo con el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, la Plataforma de Acción de Beijing y los documentos finales de sus conferencias de examen, pero esto no significa que la finalidad sea disminuir la población mediante el aborto o la eutanasia”.
De hecho, la mención que hace la propia ONU en relación al acceso de anticonceptivos por una importante parte de la población -alrededor de 215 millones de mujeres que quieren planificar y espaciar sus embarazos- es en relación a que se dan, cada año, 80 millones de embarazos no deseados, 22 millones de abortos inseguros y 358.000 muertes por causas relacionadas con la maternidad. Por lo cual, el objetivo no es frenar la natalidad sino asegurar el bienestar de las madres mientras continúan teniendo hijos.
La COVID-19 y la segunda pandemia que está por venir
Para Cristina Martín Jiménez, la pandemia de la COVID-19 y sus muertes no fueron solo provocadas, sino que hay una segunda preparada que, aunque ella afirmó que se iba a lanzar en este 2025, el devenir de los acontecimientos mundiales ha hecho que no interese propagarla aún, si bien apuntaba en el podcast que todavía queda año por delante.
Este razonamiento lo hilaba de nuevo a la intención del club Bilderberg de reducir la población mundial. Así, alegaba que en la COVID-19 se usaron “bioarmas”, que fueron diseñadas específicamente en laboratorios militares, y que esta pandemia surgida en 2020 fue planificada por centros privados de poder de la mano de la industria militar estadounidense, pero financiada con fondos europeos.
De cara a la segunda pandemia que exponía puede tener lugar este año, la periodista aseguraba que ya se encuentra preparada y que se ha fraguado en un laboratorio de investigación científica militar altamente secreto al sur del Reino Unido del que ha podido tener constancia. Laboratorios biotecnológicos secretos que, afirma, se encuentran extendidos por todo el mundo, pero especificando que es en este británico de donde surgirá la próxima enfermedad que asolará al mundo.
Una pandemia que volverá a requerir de un tratamiento médico, que hablando con ironía definía como “pócimas mágicas” con el que se volverá a provocar una enorme pérdida de fertilidad, según afirma, como ya ocurrió con la COVID-19 y que, así, logra el objetivo de despoblar numerosas zonas.
La DANA de Valencia: Planificada al milímetro
“Ha sido la OTAN…. Usaron armas climáticas para modificar el tiempo… Sembraron nubes en la Sierra de Chiva y abrieron presas”, estas son solo algunas de las declaraciones que hizo cuando trataron este tema en la entrevista.
Precisamente, en su grupo de Telegram ya había comentado que la DANA fue calcada a la Operación Nerón y aseguraba que, a través de la Agenda 2030, culpan al cambio climático y a la acción del ser humano mientras matan personas con este tipo de acciones con las que buscan el enriquecimiento de empresas, ya que, según ella, tras estas catástrofes, los ayuntamientos no conceden licencias a los vecinos para construir y rehabilitar sus casas y que, entonces, aparecen las grandes corporaciones para comprar terrenos a precio de saldo.
Una adquisición de terrenos que llevan a cabo, tal y como contaba, para instalar centros de datos con los que desarrollar las ciudades inteligentes, que definía como “cárceles” por el aumento de los niveles de vigilancia, y que, además, había podido encontrar portales webs de militares estadounidenses especializados en los que se expone que las compañías buscan aprovechar las materias primas de los terrenos.
Las investigaciones de Cristina Martín Jiménez, como ella misma alegaba, le han llevado a descubrir “ataques climáticos” con patrones que se han repetido en otros lugares como en México, Chile, Argentina o Los Ángeles. Apunta que, en España, se vivió otro, recientemente, que tuvo lugar en Zaragoza y que, fruto de sus restos, cayó en estas últimas semanas una lluvia de granizo en Madrid, la cual considera muy extraña que se produjera por ser en período veraniego, aunque sea común ver este tipo de precipitaciones cada año.
¡Os dejamos los primeros 4 titulares de los 10 seleccionados de nuestra última entrevista a @crismartinj ! pic.twitter.com/1Osx3SFnxi
— Aladetres (@aladetres_es) August 11, 2025
Jugar con el clima para el beneficio económico
La doctora en Ciencias de la Comunicación manifestaba que las grandes fortunas, los ejércitos y los políticos no solo usan el clima para contribuir a la despoblación, provocando el éxodo con el ejemplo puesto anteriormente, sino que también juegan con él de cara a comercios y negocios.
Explicaba que cuando estuvo en Estocolmo en la reunión del club Bilderberg de este año vio dos estelas blancas en el cielo y que se convirtieron en nubes, llevando a que de repente pasará a hacer calor -la reunión del foro tuvo lugar en el mes de junio-. Así, expone que, repentinamente, comenzó a salir gente a la calle, a visitar comercios y establecimientos de hostelería y que, por ello, entendió que esas armas de ingeniería de las que disponen también se utilizan por intereses económicos.
Desestabilización de los barrios a través de la inmigración
Para Cristina Martín Jiménez, este colectivo de alto poder está desestabilizando los barrios, desorganizándolos y presionándolos a través de la inmigración, encontrando así justificantes a la puesta en marcha de políticas de igualdad, inclusión y progreso con los que conseguir los objetivos que persiguen. Así, sin titubeos, dice textualmente que “se están introduciendo en las ciudades especies foráneas, trayendo a la gente de África y Oriente Medio".
Los abortos por Síndrome de Down: Una acción inducida por el poder
En el podcast quisieron tratar el aumento del número de abortos que se está dando de manera generalizada en todo el mundo cuando se conoce que el feto padece esta enfermedad. Aunque no existen datos oficiales en relación a esto, algunas fundaciones han elaborado estudios que hablan de porcentajes altos.
El entrevistador pregunta a Martín Jiménez si puede haber intereses detrás de este hecho, para lo cual responde que “son las políticas de eutanasia de los nazis. El nazismo y el comunismo hacían lo mismo, desechaban a los débiles”.
El que haya que asesinar a los niños con Síndrome de Down forma parte de la política que ellos imponen (colectivos de poder) a través de las narrativas sociales
Así, la doctora afirma guardar muchos recortes de prensa de titulares que hablaban de la necesidad de dejar de tener hijos para poder salvar el planeta y “qué casualidad que aparece una foto con niños con Síndrome de Down. Desde pequeños nos dicen que esos niños sobran y que hay que matarlos”.
La Tercera Guerra Mundial ya está aquí
Es la idea que defiende Cristina Martín Jiménez, que asegura se está librando con armas como son el cambio climático, supuestas pandemias y una migración descontrolada.