Nuestro primer destino de esta serie de reportajes en conmemoración del 80 Aniversario del Exilio español nos lleva a Elna. Esta localidad de apenas siete mil habitantes, se halla en la región del Languedoc-Rosellón a diez minutos en coche de Perpiñán. Limita con Argelès-sur-Mer y Saint-Cyprien, localidades que albergaron campos de concentración para los exiliados españoles y que serán capítulo de estudio en próximos reportajes.

De 1939 a 1944 fue sede de la Maternidad de Elna, una entidad fundada, careciendo inicialmente de cualquier tipo de medios, por la enfermera suiza Elisabeth Eidenbenz  que tras un trabajo ímprobo y propio de una heroína, logró facilitar el nacimiento de 597 niños cuyas madres embarazadas eran refugiadas españolas internadas en el cercano campo de concentración de Argelès-sur-Mer y en otros cercanos.

escalera maternidad Elna

Huyen del terror franquista


La impulsora de este proyecto que tantos niños de exiliados españoles y, posteriormente, de madres represaliadas por el nazismo salvó fue esnta joven maestra suiza de claros ideales sociales y pacifistas acrecentados tras observar el drama que recorría Europa en aquellos años. Este terrible escenario llevó a , Elisabeth Eidenbenz a crear la Maternidad de Elna para ayudar a las embarazadas ingresadas en los campos de internamiento así como a bebés recién nacidos. Su resultado fue la salvación de centenares de niños judíos y exiliados españoles de la Guerra Civil. Los padres de estos niños eran exiliados y apresados en campos de concentración franceses. La joven suiza salvó casi de una muerte segura a 597 bebés. Más tarde, con el triunfo del nazismo, fueron niños judíos a los que libró de la barbarie de la Gestapo. Estos últimos fueron aproximadamente 200, hijos de mujeres judías perseguidas por Hitler, durante la Segunda Guerra Mundial.

Elisabeth  que nació en Zurich en 1913, con tan solo 23 años se marchó a España tras el estallido de la Guerra Civil integrada en el Cartel de Ayuda Suiza a los Niños de la Guerra Civil Española. Allí presta ayuda humanitaria a los niños durante la guerra. El franquismo rechaza esa ayuda Franco con lo que el Cartel se centra en la España republicana evacuando niños de los territorios bombardeados así como proporcionando alimentación y ayuda sanitaria.

Elisabeth retorna a Suiza a principios de febrero pero en seguida marcha a Perpiñan para colaborar en tareas de ayuda humanitaria y encuentra miles de republicanos hacinados en los campos de concentración franceses. Los presos republicanos están encerrados entre alambradas en playas solo con la arena de la playa y mínimas pertenencias traídas desde España, soportando un terrorífico frío, enfermedades, sin medidas de higiene y una pésima alimentación. 

Elisabeth, la heroina suiza

Mujeres embarazadas que se hallaban en condiciones inhumanas


En el caso de los españoles la situación se originó cuando millares de exiliados cruzaron la frontera huyendo de la contienda civil y de la represión franquista. Con la llegada a comienzos de 1939 de las tropas franquistas a Cataluña,  cerca de medio millón de republicanos huyen a Francia como exiliados. Tras ser recluidos en los campos de refugiados del sureste francés -como los cercanos de Saint-Cyprien o Argèles que el gobierno francés no supo gestionar- se creó un auténtico caos de ocupación y de colapso. Las circunstancias eran tan dramáticas para las mujeres embarazadas que se veían obligadas a dar a luz en espacios sin las mínimas condiciones de higiene o salubridad tales como establos. La situación se agravaba porque tras parir y sin tiempo de espera para recuperarse, ambos, madre e hijo, eran obligados a regresar a los inmundos campos de refugiados.

Como reseñábamos anteriormente en estos campos de concentración sobre la arena de las playas los exiliados españoles apenas sobrevivían soportando una terrible humedad, vientos, salitre, frío y hambre. Hay testimonios que afirman que las madres llegaban a alimentar a sus bebés con agua de mar o que los enterraban en la arena para protegerlos del frío y del fuerte viento y tramontana propia de esta zona del sudeste francés. En definitiva las madres estaban condenadas a ver morir a sus hijos poco a poco y en muchos casos también ellas si antes no habían fallecido durante el parto. La mortalidad infantil en los campos es del 95%.

Maternidad 1


Fallecimiento de bebés y madres


Debido a estas condiciones una gran mayoría de los recién nacidos así como muchas madres fallecían incapaces de sobrevivir a tan tremendas situaciones. Esta dura realidad provocó que Elisabeth Eidenbenz, en un impulso solidario de quien de por sí lo era ya, se pusiera manos a las obra y aportara su importante iniciativa a intentar paliar este drama.  

En un primer momento ella organiza una primera maternidad en una casa abandonada en Brouilla, localidad muy cerca de Perpiñan. En junio de 1939 llegaron las primeras mujeres embarazadas de los campos de concentración cercanos. En esta primera maternidad de Brouilla nacieron 18 niños.

Maternidad 6

Maternidad de Elna


En uno de los trayectos para avituallamiento de la maternidad, Elisabeth encuentra un palacete en ruinas en los alrededores de Elna, se trata del Castillo de d’En Bardou. Este edificio fue construido en 1900 y tras distintas vicisitudes queda desocupado. Es en 1939 cuando, con aspecto ruinoso, plantas hundidas y el tejado roto, es alquilado por la maestra suiza. Gracias a sus gestiones logró la colaboración de la Asociación de la Ayuda Suiza a los Niños y alquiló el antiguo palacete y para su rehabilitación y adaptación. A continuación traslada la maternidad de Brouilla a Elna tras acordar con el prefecto de Perpignan permisos de apertura y conveniar que en los campos de concentración se instalasen barracones especiales para las embarazadas a punto de dar a luz. El coste de su restauración, sufragado por la asociación, fue de 30 000 francos suizos y el primer niño nació el 7 de diciembre de 1939.

Edificio

Ayuda humanitaria de la Cruz Roja Internacional


Cruz Roja se encarga del suministro de alimentos traídos desde Suiza tales como leche condensada, polvo, chocolate, queso, conservas, harina, azúcar y arroz  además de biberones y medicinas. También se organizaban  colectas y ayuda humanitaria. En los propios huertos de la Maternidad de Elna se cultivan verduras y frutas y se crían animales de granja y corral. El centro dispone de tres enfermeras de manera estable que enviaba la escuela de enfermería suiza cada seis meses, una comadrona eventual más un doctor de forma esporádica. El resto de actividades eran ejecutadas por voluntarias y refugiadas de los campos.

Maternidad 3


20 partos al mes


La media mensual de partos atendidos fue de 20 partos mensuales. La estructura habitacional de la Maternidad era de 50 camas que se distribuían en habitaciones de cuatro a ocho camas. Resulta curioso como denominaron a estas habitaciones con nombres de ciudades españolas: Barcelona, Bilbao, Madrid, Santander, Sevilla y Zaragoza y el resto con nombres de países como Marruecos, Suiza, Polonia, Suiza y la capital de Francia, París. El paritorio era simple aunque muy efectivo y concurrido y constaba de una reducida sala  con una cama, una mesa, un lavabo y un armario para el instrumental.

Maternidad 2



Españoles y luego judíos


Las primeras embarazadas españolas llegaron a Elna sobre finales de 1939. Hay que tener en cuenta que solo en los cercanos campos de Argeles a finales de febrero hay 100.000 presos y en el de Barcarés, 80.000. En noviembre de 1942 el ejército nazi ocupa el sur de Francia y en ese momento, cuando se envían a los judíos a los campos de exterminio, llegan a la Maternidad de Elna las mujeres de origen hebreo embarazadas. Elisabeth en un ejercicio arriesgado para su seguridad, modifica el nombre de niños judíos para evitar registros. No obstante, Elisabeth no puede evitar que las tropas de Hitler y la Gestapo, en abril de 1944, cerrase la Maternidad.

Edificio cerrado por la Gestapo y luego rehabilitado


El palacete que dio cobijo a la Maternidad de Elena permaneció abandonado durante más de 50 años. Pero en 1997, desconocedor de la historia del lugar, François Charpentier lo adquiere y comienza a rehabilitarlo. Posteriormente descubre la historia de la Maternidad. En 2005 el edificio es comprado por el Ayuntamiento de Elna y se convierte en un guardián de la Memoria Histórica. Hoy es un centro de historia que acoge exposiciones, conferencias, etc. También es un centro de investigación sobre la historia humanitaria. Es un lugar abierto y visitable para las personas que deseen verlo y muy ameno y didáctico gracias a su musealización por medio de paneles explicativos.

placa en maternidad


*Nuestro agradecimiento al Ayuntamiento de Elna y al personal responsable de la Maternidad por las facilidades y atenciones brindadas para la realización de este reportaje. Mucha amabilidad y profesionalidad la que nos ofrecieron.