La Infanta Cristina cuenta con un permiso especial que le permite acceder en coche al parking de la cárcel de Brieva, donde se encuentra su marido, sin necesidad de esperar en la sala junto a los familiares del resto de reclusas.

Aunque Interior ha querido asegurar que no es algo que se defina como un trato de favor, sino que se sujeta a los protocolos habituales penitenciarios que buscan preservar los derechos fundamentales de los reclusos. Dicho protocolo busca, además, evitar manifestaciones o posibles altercados, según informa El Mundo.

Joaquim Bosch, de Jueces para la Democracia, se ha manifestado respecto a la polémica diciendo que era una medida correcta. De cualquier manera, que Urdangarin escogiera este centro penitenciario responde a su interés por evitar el impacto mediático que tendría una imagen de la infanta accediendo a la cárcel.

Hasta el momento, la Infanta ha conseguido pasar desapercibida de tal manera que no hay ninguna imagen suya accediendo a las instalaciones de Brieva.