El Ayuntamiento de Venecia ha empezado a cobrar una tasa a los turistas para acceder a su centro histórico desde este jueves. Se cobrará un peaje para acceder a la isla principal de la laguna de Venecia que el consistorio de la ciudad italiana ha denominado “contribución de acceso”. De momento, la tasa se encuentra en periodo de prueba, y se aplicará únicamente en días puntuales en los próximos meses. De esta forma, la ciudad de los canales busca luchar contra el turismo de masas que abarrota sus calles y proteger su patrimonio histórico.

Venecia es una de las ciudades más visitadas de Italia. La capital del Véneto recibe cada año a 30 millones de turistas, atraídos por sus canales y sus espectaculares monumentos como la Basílica de San Marcos, el Palacio Ducal o el Puente de Rialto. Cada día, miles de personas saturan las calles del centro histórico de la ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y en el que residen apenas 60.000 personas. Para atajar el problema, Venecia se convierte en la primera ciudad del mundo en cobrar por visitarla, una decisión que divide a los vecinos, que no quieren vivir en un “parque temático”.

¿Qué días se cobrará la tasa turística en Venecia?

No todo son malas noticias para los turistas. La tasa turística para visitar la ciudad antigua de Venecia no deberá pagarse todos los días. Este 2024, la tarifa solo se aplicará durante 29 días. La medida del Ayuntamiento ha comenzado ya con un periodo de prueba. Habrá que pagar para acceder al centro histórico de Venecia desde el pasado jueves 25 de abril hasta el domingo 5 de mayo. A partir de ahí, la tarifa estará presente únicamente durante los sábados y domingos de mayo y junio. Los últimos días en los que está programado por el momento que se exija el pago a los turistas son los dos primeros fines de semana de julio, terminando el domingo 14 de ese mes.

¿Cuánto habrá que pagar por visitar Venecia?

La pregunta que más se hacen los viajeros es cuanto costará entrar en la monumental ciudad de los canales. En la web del Ayuntamiento de Venecia se encuentra toda la información al respecto de esta nueva medida. Para acceder a la isla principal de la laguna de Venecia, donde se ubica el casco antiguo de la ciudad, los turistas tendrán que abonar una entrada de cinco euros. El pago solo se podrá realizar entre las 8:30 y las 16:00 horas

El registro para poder acceder a la ciudad, se hará mediante la plataforma online cda.ve.it. Ahí, tras abonar la tasa turística, los usuarios recibirán un código QR que tendrán que mostrar a los funcionarios que controlen el acceso a Venecia. El Ayuntamiento ha recordado que “la contribución se aplicará únicamente a la ciudad antigua y no a las islas más pequeñas”. La tarifa de acceso excluye a las localidades de el Lido de Venecia (incluidos Alberoni y Malamocco), Pellestrina, Murano, Burano, Torcello, Sant’Erasmo, Mazzorbo, Mazzorbetto, Vignole, S. Andrea, la Certosa, San Servolo, S. Clemente y Poveglia.

¿Quién tendrá que pagar la tasa turística?

La nueva medida tampoco afectará a todo el mundo. En el comunicado del consistorio, se ha establecido que la tasa de cinco euros deberá ser abonada por toda persona física mayor de 14 años que acceda a la ciudad antigua del Municipio de Venecia. Hay que tener en cuenta que la tarifa está dirigida a quienes hagan turismo de día en la ciudad, es decir, “los visitantes diarios que no se alojen” en Venecia.

Habrá excepciones para el pago de la tasa turística. En primer lugar, todos los menores de 14 años estarán exentos de pagar por acceder a la ciudad. También lo estarán quienes pernocten en algún alojamiento de la ciudad. En estos casos se pagará el impuesto turístico que ya existía anteriormente, que es de entre uno y cinco euros por noche. Los residentes de la región del Véneto, personas que trabajen o estudien en la ciudad antigua, titulares de la Tarjeta Europea de Discapacidad y acompañantes y algunos casos más previstos en la norma, estarán también excluidos de pagar la “contribución de acceso”.

Venecia no quiere convertirse en un "parque temático"

La tasa de acceso a Venecia se ha ganado partidarios y detractores. El alcalde de la capital del Véneto, Luigi Brugnaro defiende que se trata de “el primer paso de un camino para regular el acceso de los visitantes diarios”. Hay que recordar que, por el momento se trata de “un experimento”, explica el primer edil, “que tiene como objetivo mejorar la habitabilidad de la ciudad”. El responsable de turismo de Venecia, Simone Venturini, explica que “ayudará a crear un equilibrio entre residentes y turistas”.

Sin embargo, no todos los venecianos ven con buenos ojos la medida. Cientos de personas han protestado contra ella: “Estamos en contra de esta medida porque no va a hacer nada para parar el turismo masivo”, aqueja una residente de la ciudad. La complejidad de la norma, con las excepciones que contempla, hacen que sea “casi imposible ponerla en marcha”. La oposición del Ayuntamiento de Venecia acusa al actual equipo de gobierno de querer convertir la ciudad en un “parque temático”, en palabras de Giovanni Andrea Martini.

Francia, Japón, España... Ciudades de todo el mundo actúan contra la masificación

El de Venecia no es el único caso de ciudad que quiere proteger su patrimonio histórico y su medioambiente de la masificación. Otros grandes destinos turísticos en todo el mundo están tomando caminos similares al de la ciudad italiana. Es el caso de Paris. La capital de Francia, que recibe a 50 millones de visitantes al año, limitó la cantidad de autobuses turísticos que transitan por el centro de la ciudad. El Gobierno francés también ha limitado el número de visitantes diarios en algunos de sus reservas naturales durante la temporada alta, como el Parque Nacional de Calanques y las islas de Porquerolles y Brehat.

Casos similares se dan en otros puntos del mundo. Japón aplicará a partir de este verano una tasa de 2.000 yenes (unos 12 euros) para hacer senderismo en el emblemático Monte Fuji. También ha prohibido el acceso a turistas a algunas calles residenciales de la ciudad de Kyoto. Otras medidas en la misma dirección se dan en Perú, donde se ha limitado a 4.000 las personas que pueden visitar en un día las ruinas del Machu Picchu.

España no es ajena a este tipo de controvertidas restricciones al turismo. Nuestro país se encuentra en su momento más alto en cuanto a visitantes, siendo el segundo destino turístico del mundo. Barcelona tomó la iniciativa prohibiendo grupos de más de 20 personas en su Mercado de la Boquería. Algo similar ocurre en San Sebastián, donde se limitó a un máximo de 25 personas los grupos que visitan su centro histórico. Sevilla estuvo en el foco recientemente por plantearse cobrar un acceso a la Plaza de España.