La Guardia Civil ha desmantelado la organización criminal dirigida por 'El Tigre', el narcotraficante español más activo en el plano internacional en el tráfico de cocaína y sobre el que había una orden internacional de detención. 

El cuerpo habría conseguido llegar hasta la cúpula de la organización en el marco de la operación Atalaya-III. Siete personas han sido detenidas como fruto de los nueve registros simultáneos llevados a cabo en el mes de noviembre, en diferentes provincias de España. A estas detenciones hay que sumar también tres órdenes internacionales de detención, emitidas a raíz de esta operación.

Todos los detenidos están directamente relacionados con la introducción de 2.000 kilogramos de cocaína en España a través del puerto de Algeciras en 2020, depositada en un contenedor que procedía de Paraguay. 

Controlándolo todo desde Dubái

La investigación, que ha corrido al cargo del Juzgado de Instrucción número 1 de Algeciras de la mano con la Fiscalía Especial Antidroga del Campo de Gibraltar, ha podido confirmar que 'El Tigre' residía en Dubái, lugar desde donde controlaba una red global de tráfico de cocaína con presencia en los cinco continentes, a través de sistemas encriptados de comunicación. 'El Tigre' controlaría al detalle las partidas de droga desde su origen (en Sudamérica principalmente) hasta su llegada a los puertos en los que operaba la organización, repartidos por todo el mundo.

La Guardia Civil llevaba varios años investigando la posible actividad delictiva de este narcotraficante, intercambiando información útil con la Policía de Dubái para tratar de localizarlo, así como de alertar a las autoridades de la ciudad emiratí del potencial y de la peligrosidad de esta persona y su organización.

De acuerdo con la propia investigación, 'El Tigre' llevaba en Dubái una vida de gran lujo y elevado nivel y conseguía pasar desapercibido entre el resto de la población, manteniendo un comportamiento ejemplar y sin incidentes para evitar alertar a las autoridades y fuerzas policiales locales. A pesar de ello, a finales del pasado mes de agosto, la Policía de Dubái lo detuvo por una investigación interna sobrevenida, unos hechos de los que la Guardia Civil fue informada con inmediatez.