Graziella Almendral, periodista, analista y fundadora de Indagando Televisión, ha sido uno de los rostros que nos ha acompañado durante esta pandemia del coronavirus. Ha contado y analizado cada novedad relativa al virus en programas como Al Rojo Vivo o La Sexta Noche. Ahora, cuando la vacunación ha brillado por su éxito, publica su libro Vacunas (Editorial Urano), un texto en el que habla sobre el coronavirus, pero también de otras pandemias, pasadas y futuras, así como de la importancia que juegan y han jugado las vacunas. Le da voz a virólogos, inmunólogos, epidemiólogos y científicos en un relato tan potente como didáctico, sencillo y rápido de leer y, sobre todo, que nos transporta a la intrahistoria, por así decirlo, de grandes acontecimientos sanitarios. En una charla con ElPlural.com, Almendral habla sobre su nuevo libro, además de la pandemia y otras cuestiones que han marcado este 2021:

PREGUNTA: Vacunas llega tras casi un año en el que las inyecciones han sido las grandes protagonistas para frenar esta pandemia. ¿Cómo ha sido el trabajo de investigación y de redacción del libro?

RESPUESTA: Lo más importante del libro es el grupo de expertos que aparece en él para explicar todo lo que tiene que ver con la creación de una vacuna, y no solo de una vacuna, sino también de la investigación científica que hay para localizar nuevos virus que nos van a atacar o nos están atacando ahora. Esta ha sido la parte más importante del trabajo de documentación, localizar a los 17 expertos que han participado y preparar sus entrevistas. Estamos hablando de virólogos, científicos españoles o antropólogos que buscan el paciente cero, también hablamos de geopolítica. Este ha sido el trabajo más fuerte, aparte de que yo vengo del mundo como periodista de los virus desde hace muchos años, con documentales relacionados con virus, pandemias y saltos de especie, por eso el libro refleja parte de los viajes que hemos hecho en procesos documentales. 

P: ¿Qué le dirías a la sociedad para que se anime a leer este libro? ¿No crees que la población puede estar un poco cansada de toda la información relacionada con el coronavirus?

R: Lo más importante que tiene que saber la población es que no es un libro sobre las vacunas actuales. Sí aparecen dos vacunas, pero no tanto aparecen las vacunas, sino las historias que hay detrás de los científicos. El primero es el científico que gracias a él se liberó toda la información genética sobre el SARS-CoV-2, y contamos la historia de cómo se enfrentó a sí mismo y al propio gobierno para lanzar esa información. Y, por el otro lado, la científica Katalin Karikó, gracias a la cual tenemos ahora mismo vacunas ARN. 

También tiene que entender la población que con este libro vamos a viajar a República Democrática del Congo, a ver cómo se puede luchar para erradicar una epidemia de un virus muy distinto, como es el virus del sarampión, que conocemos desde hace muchísimo tiempo y para el que tenemos una vacuna efectiva y no somos capaces de erradicar. Vamos a ver el porqué y lo veremos sobre el terreno.

Es un libro muy viajero, muy aventurero y muy de estar detrás de las historias que nos han llevado a tener las vacunas que tenemos, presentes y futuras, porque tenemos que pensar también que es un libro que está analizando qué está pasando con las zonas del planeta donde se están produciendo más saltos entre especies y qué tenemos que hacer para detener y prevenir futuras pandemias.

P: ¿Considera que la pandemia está dando sus coletazos finales? ¿Harán peligrar la recuperación las nuevas variantes que se están dando del virus?

R: No podemos decir que estemos en un coletazo final. Es verdad que, en Europa, y especialmente en España, tenemos una situación francamente buena, pero no en todos los países europeos. En medio mundo la situación sigue siendo entre mala y muy mala. Hablamos de continentes como África, donde menos del 2% de la población globalmente está vacunada. Estamos hablando también de América Latina, donde muchos países tienen un problema muy serio, no solo de vacunas sino también de resistencia. 

Mientras no consigamos una distribución y una aceptación de las vacunas a nivel global, el coronavirus no va a desaparecer. Miedo a las variantes vamos a tener siempre que este virus tenga capacidad de una alta transmisión. La vigilancia de la infección en los animales debe ser una prioridad una vez mejoremos la humana.

P: Has sido una de las figuras televisivas de referencia durante la pandemia, con tus intervenciones en programas como Al Rojo Vivo o La Sexta Noche. ¿Cómo has vivido esos momentos, sobre todo en los peores momentos de la pandemia? ¿Qué sentías en una situación tan grave y donde muchas personas estaban con el ojo puesto en ti?

R: Lo he vivido con muchísima presión. Por un lado, como periodista de ciencia y que he trabajado mucho en virus, por eso quería estar en primera línea porque al menos sabíamos que venía una pandemia desde 2005. Esa pequeña preparación previa que tienes ayuda a ir rápido a los científicos que sabes que van a estar en primera línea y tienen información sólida que puede ayudar. Pero todo esto lo tienes que compaginar con una población que está sufriendo y que va a estar midiendo cada palabra que estás diciendo. Yo creo que todos, población y medios de comunicación, hemos vivido momentos francamente tensos y duros, o sea que mentiría si dijese que no ha habido momentos en los que lo he pasado mal.

P: Se dijo que esta pandemia nos volvería mejores personas, ¿consideras que ha sido así?

R: Yo creo que en la población sí, aunque todavía nos falta saber la afectación que hemos tenido real en esta pandemia, y todavía lo estamos sufriendo. Vamos a trabajar mucho en el tema de salud mental, lo digo porque las autoridades sanitarias saben que nos queda una asignatura pendiente, que es valorar la afectación que ha tenido la población, pero sí que creo que a las personas nos ha vuelto más solidarias, que nos hemos empatizado mucho. Sin embargo, creo que globalmente no hemos entendido la necesidad de luchar por una salud global. Eso no lo estamos haciendo, no se ha hecho en la distribución de las vacunas, y así no se lucha contra las pandemias y así se perpetúan y es mucho más difícil controlarlas. Y creo que esto los gobiernos no lo han aprendido.

P: El negacionismo también ha experimentado un auge durante la pandemia. ¿Qué peligros cree que representa para la sociedad?

R: Hay dos temas aquí muy importantes, uno es el negacionismo y otro es la resistencia a la vacunación. Lo divido porque el negacionismo es un grupo muy reducido, desde luego en España, que no cree en las vacunas, que cree que son inventos que te quieren manipular. En España tenemos muy poco problema en este sentido, menos mal. Sin embargo, lo que sí hay en muchos países es una resistencia muy seria a las vacunas en las poblaciones que han estado tradicionalmente muy abandonadas, muy poco atendidas desde el punto de vista de recibir una atención sanitaria desde el primer momento. Por eso ahora cuando se acerca el gobierno con las vacunas las rechazan.

Esa es otra llamada a los gobiernos, que podemos tener la mejor vacuna del mundo pero si no tienes una población que entienda todo el proceso de la vacuna, que tenga una información transparente, muy separada del interés político, te vas a encontrar con un rechazo muy importe, y eso desde luego se tiene que valorar. 

P: ¿Cómo se puede combatir a las corrientes negacionistas? ¿Cuáles cree que son las mejores actuaciones y herramientas?

R: La herramienta más importante para combatirlos es la transparencia informativa, desligar al máximo la información sanitaria-científica de la información política. Que la población reciba que la información proviene de expertos cuya única intención es cuidar y aportar salud. 

P: El rápido desarrollo de las vacunas contra el coronavirus ha vuelto a dejar evidencia de la importancia de la ciencia. ¿Consideras que los estados invierten lo suficiente en ella?

R: Depende de los estados. En España no. En España hemos despreciado a la comunidad científica, de hecho, tenemos, según las últimas cifras, más de diez mil científicos que se habían ido porque no encontraban trabajo en España y cualquiera de los que nos dedicamos a la divulgación científica, cuando nos desplazamos a los grandes centros europeos o norteamericanos de investigación, vemos la cantidad de científicos españoles que están fuera. Estamos en un momento en el que se puede dar un giro a esta falta de interés y de inversión en ciencia. Este año tenemos unos Presupuestos que son históricos y lo que hace falta a partir de ahora es que el Estado entienda que su inversión en ciencia debe ser una inversión continua. Vamos a pensar que vamos a hacerlo, porque ya nos toca.

P: Después de casi dos años de pandemia, ¿qué mensaje le mandarías a la población?

R: El mensaje más importante es que la pandemia se acaba. Podemos estar muy desesperados, hartos, tener miedo de que empeore la situación... pero tenemos que entender que esto va a acabar. Que dentro de meses o años la pandemia va a acabar, como ya han acabado otras pandemias a lo largo de historia. Por lo tanto, la paciencia, el ánimo y el apoyo son fundamentales y ojalá esto sirva también para que nuestros gobiernos se unan y estemos mejor preparados en el futuro para tener planes de respuesta temprana ante nuevas amenazas y emergencias sanitarias. 

P: Cambiando un poco de tema, ¿qué pronóstico tienes para el volcán que lleva ya más de 40 días en erupción en La Palma?

R: Los expertos dicen que no nos pueden decir nada, y si nos dicen eso no podemos decir. Por ahora es que los indicios no son que se vaya a parar la erupción. Pero lo importante es entender qué podemos hacer y cómo podemos ayudar a la población afectada.

No nos olvidemos que lo importante es la fase de reconstrucción, que ahí es donde tenemos que estar presionando para que toda la población afectada cuanto antes pueda recuperar la mejor vida posible.

P: A esta crisis volcánica, además de la pandemia, hay que sumar la crisis energética que vive España con los precios de la luz y del gas disparados. ¿Cómo cree que finalizará este 2021 que prometía ser el año de la recuperación?

R: En cuanto a la crisis energética, no sé si esta situación puede ser el impulso final que nos haga entender que tenemos que cambiar lo que es nuestra dependencia tan grande a las fuentes de energía. Lo que espero después de esta situación y coincidiendo con la Cumbre del Clima, que hagamos poco a poco una apuesta por las energías más sostenibles. Este año no creo que vaya a acabar mucho mejor, pero creo que, junto a la situación actual más la Conferencia del Clima que estamos teniendo, vamos a ser un país que apueste por las energías renovables y por aumentarlas, incluso a corto plazo.