Granada ha vuelto a temblar este martes por la noche después de que se produjeran varios terremotos con intensidades que han llegado hasta los 4,3 grados en la escala de Richter, según datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN). 

El primero de los fuertes temblores se ha producido a las 21:36 horas y ha tenido una intensidad de 4,3 grados con epicentro en la ciudad de Santa Fe. Después ha habido varias réplicas de 2,7 grados a las 21:40 horas, de 4,2 a las 21:44h, de 4,2 a las 21:54h, de 3,3 a las 21:57h y de 3,5 a las 22:00h.

El terremoto más importante se ha dado a las 22,36 horas con epicentro en Santa Fe y ha contado con una magnitud de 4,3 grados.

El IGN ha detectado hasta la tarde de este martes 172 réplicas del terremoto de magnitud 4,4 con epicentro en Santa Fe (Granada) que se produjo el pasado sábado, tres de ellas de magnitud 3,3 registradas entre el sábado y el lunes pasado.

Este martes se había producido producido a las 12:16 horas, ha sido de magnitud 3.1 con epicentro en Santa Fe (Granada) y se ha dejado sentir en unas 40 localidades, incluyendo Granada capital, sin que consten daños personales ni materiales. A lo largo de la jornada se han registrado en torno a una veintena de réplicas ya desde la madrugada.

El informe actualizado del IGN sobre esta serie sísmica pone de manifiesto que desde principios de diciembre de 2020 se están registrando una serie de terremotos superficiales al noroeste de la ciudad de Granada, en el entorno de las localidades de Atarfe, Pinos Puente y Santa Fe.

La serie se reactivó a finales de enero de 2021 y el pasado sábado día 23 se registró el de magnitud 4,4 con epicentro en Santa Fe, que fue "fuertemente sentido en numerosas localidades cercanas, así como en la ciudad de Granada, llegando incluso a sentirse en algunas localidades de las provincias de Málaga y Jaén".

Desde el 1 de diciembre de 2020 hasta este lunes se han calculado un total de 281 terremotos en este entorno, de los cuales ocho son de magnitud mayor o igual a 3.0 y 41 han sido sentidos por la población.

Los expertos atribuyen la reciente sismicidad en la Vega de Granada a la aproximación continua de 4 a 5 milímetros al año entre las placas eurasiática y africana. Concretamente, a la liberación brusca de la energía acumulada en las fallas debido a este movimiento entre placas.

Los periodos de mayor actividad sísmica como el actual corresponden a enjambres, con numerosos terremotos de diferentes magnitudes en localizaciones próximas. Se desencadenan cuando la actividad de una falla produce un efecto dominó y dispara la actividad de otras fallas próximas, según ha explicado este martes el investigador de la Universidad de Granada Jesús Galindo-Zaldívar.