El estado de alarma que provocó la primera ola del coronavirus​ supuso un envite para la totalidad de la población y la mayoría de sectores económicos. Sin embargo, el mercado negro de las drogas fue uno de los que mejor resistieron las restricciones de movilidad. Tanto es así que el consumo de cannabis y benzodiazepinas aumentó en Europa a pesar del confinamiento, si bien es cierto que lo hizo en detrimento de otras sustancias más dependientes de la importación como la cocaína.

Que las calles dejasen de ser un lugar seguro para la compra-venta llevó a que los traficantes también acelerasen su adaptación a la venta online, principalmente a través de la denominada 'deep web'.

Según la Oficina de Drogas y Crimen de las Naciones Unidas, el narcotráfico es un enorme, potente y lucrativo negocio, generando en torno a los 650.000 millones de dólares de ganancias cada año. Una cifra astronómica si la comparamos, por ejemplo, con los casi 17.000 millones de dólares que generan anualmente los 20 principales clubs de fútbol del mundo. 

A nivel continental, el Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías (EMCDDA, en sus siglas en inglés) ha publicado un nuevo informe en el que dibuja la evolución de este mercado negro en Europa. En él, muestran que el confinamiento ha supuesto un "menor interés en el consumo de sustancias habituales en contextos sociales (por ejemplo, MDMA, más conocida como éxtasis, o cocaína), pero un aparente mayor consumo de otras sustancias en ciertos grupos (por ejemplo, cannabis, nuevas benzodiazepinas)".

Alexis Goosdeel, director del Observatorio, ha señalado la relación que hay entre crisis económica y consumo de estupefacientes: "A medida que las repercusiones económicas de la crisis se hacen sentir, algunas personas de nuestras comunidades pueden volverse más vulnerables a los problemas de drogas y a la participación en el mercado de drogas".

En España, la directora técnica de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, Eulalia Alemany ha destacado que el mercado de la droga "es muy resistente" a todo tipo de adversidades. Pero señala también que la pujanza del cannabis era sostenida y generalizada antes de la pandemia: "El cannabis es un fenómeno que lleva en aumento desde bastante antes del coronavirus y en todos los países del continente, en el que España no es una excepción".

Aunque deja al margen a los ansiolíticos, la técnica de la FAD se muestra preocupada por el vigor del subsector de la marihuana: "Los últimos estudios revelan que cada vez el cannabis que se consume es más puro y además los niveles de producción en Europa parecen haber aumentado, por lo que son tendencias que debemos vigilar".