Si bien no es el único, uno de los principales problemas del Mar Menor, según apuntan asociaciones, colectivos y movimientos medioambientales dedicados a la defensa de este espacio, es la agricultura intensiva. Esto hace necesario un cambio del modelo productivo del campo de Cartagena para que no sigan llegando a esta laguna salada vertidos cargados de nitratos. 

La solución pasa por un sistema agroalimentario más respetuoso con los recursos naturales y con el medio ambiente, y precisamente promoverlo es el objetivo de la Semana de la Gastronomía Sostenible por el Mar Menor, que se desarrolla estos días en Murcia.

La iniciativa, que se inscribe en el marco del proyecto AgrosimbiosisLab, un plan apoyado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y que lideran la Universidad de Murcia (UMU) y el CEBAS-CSIC, se extenderá hasta el próximo sábado 11 de julio y comprende el desarrollo de ponencias, degustaciones, visitas y talleres. Del mismo modo, marca el inicio de la campaña 'Sembrando Alternativas para el Mar Menor' dirigida a informar y sensibilizar a instituciones, organizaciones y a la población en general, sobre el papel que pueden jugar en la recuperación y conservación del Mar Menor y su entorno, la expansión de modelos agroecológicos de producción.

"Es necesario hacer uha transición hacia modelos más sostenibles", explica a ELPLURAL.COM José María Egea, profesor de la UMU y promotor de AgrosimbiosisLab, que precisa, no obstante, que no se trata de transformar todo "de la noche a la mañana".  "Nuestro modelo es el agroecológico, pero también la agricultura convencional pordría emplear prácticas más sotenibles, sustituyendo los nitratos por otras sustancias que aportan nutrientes a las plantas y son menos nocivos", indica.

En la actualidad, un total de ocho fincas del Mar Menor forman parte de este proyecto de regeneración que busca pasar del monocultivo al policultivo por medio de distintos tipos de sistema agrario en el que, además, el control de plagas y enfermedades se hace de forma biológica, sin necesidad de pesticidas

¿Qué es la gastronomía sostenible?

La gastronomía sostenible se basa en la idea de que los alimentos deben ser producidos, transformados, distribuidos y consumidos de forma que tengan un impacto mínimo en el medioambiente. A la vez ha de promover la equidad social, la viabilidad económica y la conservación de la memoria biocultural.

Apostar por este tipo de gastronomía contribuye a "impulsar el desarrollo agrícola, a proteger nuestros ecosistemas terrestres y marinos, a conservar la biodiversidad, a reducir las emisiones de carbono, a minimizar el desperdicio alimentario y a proporcionar alimentos sanos, saludables y nutritivos", resume este profesor de la Universidad murciana. 

Con el uso de productos locales y de temporada, además, se reduce la dependencia de los alimentos importados y se contribuye a la Seguridad y Soberanía Alimentaria del territorio, sobre todo, en épocas de crisis económica y de conflictos bélicos.

El compromiso con la sustentabilidad demanda, por tanto, responsabilidad, tanto en lo que atañe en la producción, como en lo que respecta al consumo. 

El papel de los chefs 

"El papel fundamental lo tienen los consumidores", subraya Egea. "Ellos son los que tienen que eligir entre un modelo u otro", precisa. Sin embargo,añade, también los chefs tienen mucho que decir. "Pueden moldear la opinión pública e influir en los consumidores, para que apoyen la producción sostenible de alimentos, adopten dietas saludables y eviten el desperdicio de alimentos”, apunta.. Lo cierto es que cada vez son más los cocineros que, por diversos motivos, abogan por prácticas sostenibles que se reflejan en sus platos y en el día a día de su cocina.

Desde el proyecto AgrosimbiosisLab, cuenta este biólogo, se están creando sinergias con chefs del territorio, en particular con la asociación Eurotoques, con el fin de promover una red de Restaurantes Sostenibles, comprometidos con el territorio y la salud. "Se trata de apostar por el uso de productos agroecológicos de la cuenca vertiente del Mar Menor, para contribuir al desarrollo socioeconómico y a la conservación la laguna, al tiempo que se recuperan y ponen en valor variedades locales en peligro de extinción y se investiga sobre los posibles usos culinarios de especies y variedades con potencial de adaptación al cambio climático", aclara.

De igual modo, la iniciativa promueve alianzas en el sector de la producción y transformación agroecológica de alimentos, para llevar al mercado una oferta sólida y variada de productos de calidad, minimizando los costes y garantizando el abastecimiento de alimentos a lo largo de todo el año a unos precios justos y beneficiosos para el productor y el consumidor.

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