El acceso a la pornografía online en el Reino Unido se ha desplomado en cuestión de días: Pornhub perdió casi la mitad de su tráfico tras la entrada en vigor de las nuevas normas de verificación de edad, que obligan a los usuarios a identificarse antes de consumir contenido adulto. Según los datos de la consultora Similarweb, el portal pasó de registrar más de 3,2 millones de visitas diarias en julio a apenas 2 millones durante la primera quincena de agosto. El cambio legislativo, contenido en el Online Safety Act y supervisado por el regulador Ofcom, supone uno de los giros más drásticos que ha vivido la industria del entretenimiento adulto en internet desde su nacimiento a finales de los noventa.
Un millón de usuarios menos al día
La magnitud del desplome sorprende incluso a los analistas del sector: en apenas dos semanas, Pornhub ha perdido más de un millón de accesos diarios en el Reino Unido, lo que equivale a una reducción del 47 %. Plataformas competidoras han seguido una trayectoria parecida: XVideos también sufrió un descenso del 47 % en sus cifras y xHamster, del 39 %. En términos agregados, los 90 sitios pornográficos más visitados han experimentado una reducción media del 23 % de su tráfico en territorio británico.
Los especialistas en ciberseguridad y consumo digital apuntan a un motivo claro: la obligatoriedad de identificarse con un documento oficial o un sistema de reconocimiento facial para demostrar que se es mayor de 18 años. Este requisito, inédito hasta ahora a gran escala, ha provocado que muchos usuarios opten por abandonar la navegación en esas plataformas o busquen vías alternativas para seguir accediendo sin exponerse a controles de identidad.
Las cifras también muestran un fenómeno paralelo: la popularización de las VPN (redes privadas virtuales). Estos servicios permiten enmascarar la ubicación del usuario, de modo que es posible simular una conexión desde otro país en el que no rigen las restricciones de edad. Proton VPN, por ejemplo, registró un crecimiento del 1 800 % en nuevos registros en el Reino Unido durante los tres primeros días posteriores a la entrada en vigor de la norma. Otras aplicaciones similares, como NordVPN, escalaron al top 5 de descargas en la App Store británica, evidenciando que muchos internautas buscan esquivar la regulación.
Los expertos advierten de que este desplazamiento del tráfico puede generar un efecto paradójico: mientras se reduce el acceso a grandes plataformas que aplican políticas de moderación y control de contenidos, aumenta la exposición a sitios menos conocidos, sin garantías de seguridad ni filtros, donde el material puede ser más violento o ilegal.
Los menores, el centro de la polémica
La justificación principal de la nueva regulación es la protección de los menores. Una encuesta publicada por la Oficina del Comisionado de la Infancia para Inglaterra reveló este año que el 70 % de los jóvenes entre 16 y 21 años reconoció haber visto pornografía antes de cumplir la mayoría de edad. Más de una cuarta parte aseguró haber tenido acceso por primera vez antes de los 11 años. El informe también subraya que cada vez más contenidos explícitos circulan en redes sociales abiertas como X (antiguo Twitter), lo que multiplica las vías de exposición más allá de las páginas tradicionales.
Dame Rachel de Souza, comisionada infantil, ha instado al Gobierno a dar un paso más y actuar también contra el software que permite eludir las restricciones. Sin embargo, el Ejecutivo ha descartado por ahora prohibir el uso de VPN, al considerarlas herramientas válidas para la protección de la privacidad de los adultos.
España mira hacia el Reino Unido
Mientras tanto, en España se observa con atención la experiencia británica. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ya ha elaborado un decálogo de principios para introducir sistemas de verificación de edad en plataformas digitales, con especial énfasis en preservar el anonimato del usuario. Además, el Ministerio de Transformación Digital ha impulsado proyectos piloto basados en la emisión de un “token” anónimo que acredite la mayoría de edad sin necesidad de compartir datos sensibles con las webs de destino.
El Gobierno ha anunciado también su intención de elevar la edad mínima de acceso a redes sociales de 14 a 16 años e imponer controles parentales obligatorios. La regulación de la pornografía online figura dentro de ese mismo paquete legislativo, cuyo objetivo es reforzar la protección digital de la infancia. Aunque aún no hay un calendario cerrado, se espera que las nuevas normas entren en vigor en los próximos meses.