La mayoría de los españoles considera que la respuesta a esta pregunta es sí. Se desprende del VI Barómetro de la Familia 2017 que presentó ayer lunes The Family Watch. La directora general de la organización, María José Olesti, explicó que el estudio pretende "conocer cuáles son las necesidades con las que se enfrentan las familias en España y poder así ayudar a mejorar la calidad de la vida familiar", y entre las principales preocupaciones de éstas figura su preocupación “por el aumento del consumo de alcohol", así como "el horario de las salidas nocturnas de sus hijos", e incluso celebró la regulación que ha anunciado la ministra española de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, sobre el uso del alcohol en los menores. Por su parte, el presidente de la consultora GAD3, Narciso Michavila, ha hecho hincapié, en relación con este informe, que "si queremos volver a unas pautas de alcohol mucho más racionales no queda más remedio que ir hacia un cambio cultural", al igual que ha pasado en la última década con el tabaco, con la seguridad vial y con la violencia de género.

Mucho tiempo en Internet

Además, en relación con otras materias abordadas en el estudio, la responsable del área jurídica de The Family Watch, Sonsoles Vidal, destacó, derivado del mismo informe, que "el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el menor de edad es esencial, puesto que todo el ocio juvenil pasa por esos medios", pero "ese uso permanente reduce la práctica deportiva” de éstos,  y además ha de controlado para evitar que el menor acceda a “plataformas no deseadas por los padres, ya que se ha visto que hay un repunte del consumo de pornografía". Los padres están en desventaja, a juicio de Vidal, ya que "los menores son nativos digitales en esta materia”, mientras que los progenitores no lo son, se conocen como “inmigrantes digitales".