La connivencia entre facciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y diversas empresas de desokupación ha quedado demostrada en más de una ocasión. Desokupa, la empresa de Daniel Esteve, es sin duda el ojito derecho de múltiples autoridades, que presumen sin vergüenza su admiración. La última en sumarse al grupo ha sido la Policía Municipal de Tafalla, municipio de Navarra, que ha decidido enviarle parches oficiales del cuerpo al líder de la banda.

Los desalojos extrajudiciales ganan adeptos entre múltiples cuerpos de policía y el tafallés no iba a ser menos. “A nuestro admirado Dani Esteve, desde Navarra, para que sientas el apoyo de la Policía Local”, reza la nota que acompañaba a los parches enviados. “Un fuerte abrazo y ADELANTE”, concluye la misiva, en una evidente declaración de intenciones que el líder de Desokupa no ha duda en publicar en sus redes sociales. Tres parches y una carta de amor de un servicio público a una empresa que emplea a condenados por intimidación y agresiones.

Envío de parches a Desokupa

La policía, como no podía ser de otra manera, no contaba con ninguna autorización oficial para realizar dicho envío, pero eso no ha importado a la hora de regalar signos identificativos oficiales a un activista ultraderechista. El Ayuntamiento, sorprendido, ha conocido la noticia a través de redes sociales, debido al revuelo que esta ha generado, y ha emitido rápidamente un comunicado de repulsa.

El Ayuntamiento de Tafalla ha manifestado que “no ha autorizado la utilización de la imagen corporativa de Tafalla ni de signos distintivos que puedan identificar al Ayuntamiento o a cualquiera de los servicios del mismo para el fin señalado, así como tampoco participa del contenido del mensaje”, reza el escueto comunicado emitido por consistorio. Como respuesta a estas actuaciones, “se han iniciado los correspondientes trámites pertinentes para depurar las responsabilidades que procedan”.

Colaboración con la policía

No es la primera vez que se ven imágenes del líder de Desokupa manteniendo convesaciones distendidas y cercanas con la policía. De hecho, el propio líder asegura que la relación entre la empresa y los cuerpos del Estado es buena, llegando estos segundos a recomendar los servicios de desokupación que ofrece. “Desde que empezamos en 2016 hemos llevado a cabo más de 7.000 desokupaciones con éxito. Somos la única empresa del sector recomendada por los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado”, refleja en su propia página web.

Esteve no solo defiende la legalidad de su empresa, a pesar de las múltiples denuncias recibidas y del evidente sobrepaso constante de límites legales que su empresa realiza. Además, asegura contar con la recomendación de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y actuar de forma pacífica. “Desokupa media entre propietario y ocupantes, esto se realiza hablando, sin ningún tipo de violencia y con la presencia de un abogado que está presente en todas las negociaciones para garantizar que no se infringe la ley”, aseguran, a pesar de que centenares de vídeos y víctimas apuntan lo contrario.

Condenas judiciales y nazis homicidas

La organización Desokupa ya ha sido condenada por la persecución y exposición con la que ataca a activistas en defensa de la vivienda. Concretamente, este verano la empresa ha sido condenada por una actuación considerada como delictiva por el Juzgado de Primera Instancia número 42 de Barcelona. La sentencia estableció una multa de 5.899 euros en concepto de indemnización, además de la obligatoriedad de borrar los vídeos compartidos en sus canales y relacionados con la causa. 

A nivel individual, el grupo cuenta también con personalidades conocidas por la Justicia, según reveló en su momento el programa Equipo de Investigación. Uno de ellos es el boxeador Ernesto Navas  que tiene tatuada una esvástica y otra simbología nazi. Se hace llamar Perro de Pelea, nombre que también luce en el torso, y fue condenado por intento de homicidio cuando todavía era menor de edad tras participar de una cruzada de seis neonazis contra tres jóvenes ‘redskins’-uno de los cuales recibió una puñalada- en el interior del Metro de Barcelona.

Otro de los perfiles destacados es el de  Jivko Ivanov, alias El Búlgaro por su país de origen. Se trata de un paramilitar perteneciente a un grupo fascista y antislamista al que se puede ver en fotografías y vídeos portando un kalashnikov y un cinturón lleno de granadas de mano.