En una operación conjunta que ha sacudido la costa granadina, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Granada y el equipo de Policía Judicial en Almuñécar, con el apoyo de la Capitanía Marítima de Motril y la Policía Local, han destapado una práctica ilegal llevada a cabo por una empresa local. En el marco de la operación denominada 'Barco Dorado', se ha descubierto que dicha empresa "alquilaba embarcaciones de recreo con matrículas falsas para evitar, en caso de que una" de ellas "fuera denunciada", que la sanción recaiga sobre el negocio. El responsable de la empresa ha sido detenido y está a disposición judicial.
Durante la fase de explotación de esta operación, se han intervenido y precintado cinco lanchas y cuatro motos de agua. Los números de bastidor de estas embarcaciones no coincidían con las matrículas exhibidas, lo que ha llevado a la Guardia Civil a actuar de manera decisiva. Además, el responsable de esta empresa ha sido acusado de diez delitos de falsedad documental.
Tras las investigaciones, la Capitanía Marítima de Motril ha revocado la autorización para operar que había concedido previamente al negocio implicado. Paralelamente, el Ayuntamiento de la localidad donde operaba esta empresa ha retirado la licencia de actividad al establecimiento. Estas acciones subrayan la seriedad de las infracciones cometidas y el compromiso de las autoridades para mantener la legalidad en las actividades marítimas.
Operación 'Barco Dorado' en Almuñécar destapa fraude en alquiler de embarcaciones
La operación 'Barco Dorado' es el resultado directo de una campaña de inspección de embarcaciones de recreo y motos náuticas que la Guardia Civil ha llevado a cabo a lo largo de la costa de Granada durante el verano de 2024. En una de estas inspecciones, los agentes descubrieron que en una empresa dedicada al alquiler de este tipo de embarcaciones, cinco lanchas y cuatro motos acuáticas tenían "impresas matrículas falsas" mientras que "el número de bastidor de las embarcaciones no coincidía con la matrícula".
Además, los investigadores encontraron un contrato de compraventa de una quinta moto de agua con matrícula falsa que, al parecer, el investigado había vendido a un residente de Granada. Cuando los agentes del Servicio Marítimo interceptan una de estas embarcaciones en alta mar, normalmente se solicita la documentación a los tripulantes. Sin embargo, rara vez se verifica el número de bastidor debido a la dificultad de hacerlo en el agua. Esto facilita que, en caso de denuncia, la sanción nunca alcance a la empresa de alquiler, ya que la matrícula asociada a la moto o lancha no figura en el registro oficial.