La empresa propietaria de las oficinas de Twitter situadas en la ciudad estadounidense de San Francisco, Columbia Property Trust, ha denunciado a la compañía que dirige Elon Musk por el impago del alquiler, según la información publicada por la agencia de noticias Bloomberg. Por ello, a causa de la nefasta gestión que cada día está demostrando llevar a cabo, cabe la posibilidad de que en un futuro próximo podamos ver imágenes del desahucio del multimillonario de unas instalaciones donde trabajan los empleados de la red social.

La notificación de la denuncia llegó a Twitter el pasado 16 de diciembre para avisar a Musk del incumplimiento del contrato que mantienen si no aportaba la cantidad adeudada en un plazo de cinco días. Pasado ese tiempo, la casera del local, la citada empresa dueña de las oficinas de la planta número 30 del Hartford Building, ubicado en uno de los distritos financieros principales de Estados Unidos, ha decidido presentar una demanda ante la Justicia.

Según el propio Elon Musk, el negocio que representa Twitter tampoco está funcionando al registrar pérdidas de hasta 3,8 millones de euros por día. Hace poco más de dos meses que el segundo hombre más rico del mundo, quien perdió el primer puesto hace unas semanas, compró la sociedad que hay detrás de la red social por una cantidad que ascendía a los 41.700 millones de euros, una operación comercial que también pasó por las manos de los juzgados.

Estrategia de Elon Musk para reducir gastos de Twitter

La decisión de Musk de no pagar a partir de ahora el alquiler de las oficinas de Twitter en San Francisco puede corresponder a una estrategia para renegociar la cuantía del contrato con la empresa propietaria y reducir así gastos. Este documento, cuya vigencia expira en 2024, fue firmado por ambas partes en 2017, cuando el también dueño de la empresa de automoción y dispositivos electrónicos Tesla todavía no era director ejecutivo de la compañía de la red social.

Desde la compra de Twitter por parte de Elon Musk, este no ha dejado de tomar decisiones criticadas a través de anuncios de cambios y novedades que no han calado entre la comunidad de la red social y que incluso han recibido el rechazo frontal de la mayor parte de ella. Por ejemplo, nada más llegar al cargo de director ejecutivo de la compañía, el multimillonario sudafricano ejecutó despidos masivos para reducir la plantilla a la mitad, por lo que arrebató su empleo a 7.500 trabajadores de un día para otro.

Incluso, hace dos semanas, Elon Musk anunció que dimitirá como director ejecutivo de Twitter cuando “encuentre a alguien lo suficientemente tonto como para aceptar el puesto”. La causa de su cese personal se produjo a raíz de un referéndum vinculante que habilitó durante 12 horas en su propio perfil de la red social para consultar a los usuarios sobre su continuidad al frente de la compañía, obteniendo un 57,5% de los votos en contra de su gestión hasta el momento del cierre de la encuesta.