La investigación ha sido realizada por la Unidad Territorial de Seguridad Privada de Barcelona, que grabó durante más de un año 2.000 conversaciones y siguió a decenas de sospechosos. La información que manejaba la trama incluía el estado civil de las personas espiadas, su domicilio, teléfono, propiedades, vida laboral, actividades empresariales y tráfico de llamadas realizadas, según la información de la revista Interviú, ampliada por el diario El País.

Hasta 20.000 euros por datos de Hacienda
El precio que pagaban los miembros de la trama por información era de lo más variopinto: desde 10 euros por datos del Instituto Nacional de Empleo hasta 20.000 euros por los detalles del formulario 347 de Hacienda, la declaración anual de operaciones con terceras personas.

El informático que trabajaba para el CNI
Una de las piezas claves de esta trama es el informático Matías B., que trabajaba para el CNI y que es capaz de colarse en cualquier equipo informático y acceder a los datos de su disco duro. La mayoría de los policías y guardias civiles que colaboraban con la red no cobraban por los datos, sino que los facilitaban “como un favor” a detectives amigos.

La casa grade
Entre los miembros de la trama están, además, dos funcionarios de Hacienda de Barcelona y otro del País Vasco. La Policía sigue la pista de uno o más empleados de la sede central de la Agencia Tributaria, a los que la red identificaba como “la casa grande”.

Listados de llamadas telefónicas
Los directivos y empleados de Movistar, Vodafone y Orange implicados en esta telaraña de espionaje cobraban 300 euros a cambio del listado de las llamadas telefónicas realizadas por la persona espiada.

Policía y detective
Los que levantaron la liebre fueron varios detectives molestos por la competencia desleal que, según dijeron a la Policía de Barcelona, estaban realizado un grupo de competidores con acceso a datos confidenciales, entre ellos Sergio C., un policía local de Santa María de Palautordera (Barcelona), que trabajaba también como detective privado. Este hombre mantenía una estrecha colaboración con Sara D. una detective de Sabadell, entre cuyos clientes tenía a multinacionales tan importantes como Unilever y Du Pont Ibérica y Cuatrecasas.

¿Quién encargó el espionaje a la hermana de Letizia?
La Policía no ha podido confirmar quién o quiénes encargaron el espionaje a la hermana de la princesa Letizia, Telma Ortiz. Sí sabe que sus datos sobre su vida laboral fueron vendidos a un detective privado por una empleada pública de Barcelona. El cliente interesado en esa información pudo ser una cadena de televisión que pretendía hacer públicos los datos.

El marido de Csopedal, víctima de espionaje empresarial
En el caso del marido de Cospedal, los investigadores han podido saber que Ignacio López del Hierro fue grabado por dos mujeres detectives en septiembre pasado, cuando almorzaba con otros directivos de la empresa Neoris en el restaurante Ten con Ten, de la calle de Ayala de Madrid. El espionaje fue encargado por otro ejecutivo, que pagó por el trabajo 20.000 euros.