La influencia de Hugh Hefner en la cultura americana es innegable. Años antes de que en España Andrés Pajares y Fernando Esteso empezaran a perseguir sujetadores, Estados Unidos ya había tenido su propio destape gracias a Playboy. Hefner fundó la revista en 1953 cuando en la publicación en la que trabaja, Esquire, le negaron una subida salarial de 5 dólares. Una cantidad miserable que daría pie no sólo a una importante competencia editorial, sino a un icono popular que se enfrentaría al moralismo social del país.

Mientras en el cine, el Código Hays prohibía que se incitara al espectador hacia el pecado, Playboy llevaba a su primera portada a un icono cinematográfico como Marilyn Monroe. Vestida en primera plana, sí, pero totalmente desnuda en su interior.

Pero hay más hitos históricos en la publicación de Playboy. Su número de noviembre de 1972 fue el más vendido de la historia, con 7 millones de copias para un nicho de público que sólo abarcaba a la mitad de la población. En portada salía Pam Rawlings, pero en su interior la playmate elegida era Lena Sjööblom, una sueca de 21 años (nacionalidad que en la época no sólo triunfaba en las películas de José Luis López Vázquez).

Los editores de la revista decidieron llamarla en el póster Lenna, con una ene de más, por miedo a que el lector estadounidense no supiera pronunciar bien el nombre. La modelo fue tan icónica que su póster apareció en la película El Dormilón de Woody Allen.

 

Pero su aportación a la historia, al menos de Internet y el mundo digital, sería mayor, hasta el punto de que Lena Sjööblom fue invitada en 1997 a la 50th Annual Conference of the Society for Imaging Science in Technolog. Porque en 1973, unos profesores de la Universidad de California estaban investigando la creación de imágenes digitales y, antes de una conferencia, decidieron usar el póster de Playboy para escanear una imagen que no sólo fuera impactante, sino que también tuviera un rostro humano.

El éxito fue tal que el rostro de Lena fue el que se utilizó para las primeras pruebas de procesamiento de imágenes digitales en Arpanet, el Internet primigenio. Hasta el punto de que los artículos científicos sobre compresión de imágenes y algoritmos de la materia suelen incluir una imagen de la modelo de Playboy.

Playboy, Hugh Hefner y el conejito son historia, pero también son parte de la cultura pop. En los Simpsons, cuando el programa de Krusty es cancelado en la temporada 4º, Bart y Lisa se esfuerzan en relanzar su carrera con una gala en la que participen varias celebridades. Entre ellas Hugh Hefner, a quien Bart visita en su propia mansión y se viste con su característico batín rojo y una pipa… de burbujas.

Eso fue en 1993, pero años después, en 2009, Hefner les devolvió el cameo colocando a Marge Simpson en la portada de la revista. Un hito que el propio editor anunció en su cuenta de Twitter y una portada que era un homenaje a Darine Stern, la primera modelo afroamericana que posó para Playboy.

No es el único guiño animado a Hefner. En Padre de Familia, es un gag recurrente las fiestas sexuales de Stewie Griffin en las que, de la nada, aparece con un gorro de marinero y varias conejitas.