Más de 32.000 mujeres han teñido de rosa el centro de Madrid este domingo con motivo de la XIX edición de la Carrera de la Mujer contra el cáncer de mama y este año también contra la violencia de género, ya que todas han llevado en el dorsal el número 016 -el teléfono de atención a las víctimas de malos tratos por violencia de género-.

Así lo ha trasladado a los medios la portavoz de la carrera, Henar Calleja, quien ha agradecido que la campeona olímpica de bádminton Carolina Marín haya amadrinado esta marea.  "También hacemos un homenaje a Virginia Torrecilla y a Clara Simal, futbolista y atleta, porque siempre queremos dar visibilidad al deporte femenino y a todas estas grandes deportistas que tenemos en nuestro país", ha remarcado Calleja.

La carrera se ha iniciado desde su salida en la calle Serrano -entre las calles Jorge Juan y Recoletos-, ha atravesado lugares como la Puerta de Alcalá, la Cibeles o la Plaza León, y ha finalizado en la meta ubicada en el Paseo de Camoens, dentro del Parque del Oeste. El recorrido ha sido de 7,2 kilómetros, una distancia que se puede hacer tanto corriendo como caminando.

Esta novena edición de la iniciativa ha sido muy especial, debido a la alta participación. Más de 30.000 corredoras se han reunido para celebrar, a través del deporte, el Día de la Madre, una cifra que vuelve a alcanzar niveles pre-pandemia.

Grandes personalidades de la política han asistido también a la carrera, tales como la actual vicealcaldesa de Madrid y candidata de Ciudadanos, Begoña Villacís, o la aspirante socialista al Ayuntamiento de Madrid y exministra, Reyes Maroto

Una entrega de premios inaceptable en pleno 2023

Las imágenes de la carrera evocan una grata sensación de sororidad, unidad y, por qué no decirlo, de lucha por el feminismo. Sin embargo, tras llegar agotadas, aunque satisfechas a la línea de meta, las participantes han asistido a una entrega de premios bastante inaceptable en pleno siglo XXI. El obsequio principal para la ganadora ha sido un robot de cocina

La lucha de las mujeres para romper con los roles que se les han impuesto en el sistema patriarcal parece no ser escuchada por empresas y organizaciones, que siguen menospreciándolas y mandándolas a la cocina. Para colmo, esta vez ha sido durante la celebración del Día de la Madre. Todo muy acertado.

La solidaria marea rosa que brillaba hasta cegar por el centro de la capital se ha desteñido durante la entrega de galardones. Pasando del vibrante color al blanco y negro más propio de una época -que parecía estar superada- en la que la mujer vivía relegada a un segundo plano.

Según informa el medio digital Moncloa.com, el premio recibido por la corredora ganadora este domingo no ha sido otro que una Thermomix. Un premio que contrasta enormemente con los dos objetivos principales de la carrera: luchar contra el cáncer de mama y contra la violencia de género.

El galardón se mantuvo "oculto" hasta el último momento

El obsequio, además, parece que había sido "ocultado" hasta que llegó el momento de otorgarlo, puesto que en la web oficial de la Carrera de la Mujer no había referencia alguna al premio que obtendría la ganadora de la carrera en su edición madrileña.

"Se establecen trofeos para las tres primeras de cada categoría. En el momento de la entrega de trofeos, la organización podrá solicitar a los equipos ganadores un certificado de pertenencia a las mismas" se explicaba en la web oficial de la Carrera de la Mujer. Unas especificaciones que no mencionan la naturaleza de los premios otorgados. 

Aunque haya sido un desacierto absoluto por parte de los organizadores, el espíritu y la solidaridad de las corredoras, más de 32.000 mujeres, se han mantenido firmes y todas han  asegurado que el próximo año seguirán reivindicando su lucha.