La entrevista del exdirector del CNI Alberto Saiz en Salvados, en la que afirmó que se pagaron grandes sumas de dinero a Bárbara Rey para comprar su silencio sobre su presunta relación con Juan Carlos I, ha recuperado pasajes del pasado de la actriz y presentadora, como su "secuestro" en 1997 en un despacho de Canal Nou para evitar que "contara todo" en el programa Tómbola.

En julio de 1997, Bárbara Rey llegó a Manises en un avión desde Madrid, en medio de una gran expectación por los medios de comunicación, ya que se había anunciado por todo lo alto su entrevista en la televisión valenciana. Pero horas antes de su aparición en pantalla, alguien dio la orden de que se anulara la entrevista. El productor del programa, Ángel Moreno, contó en su libro La vida es una Tómbola: "A primera hora de la tarde comencé a recibir llamadas. Eran del director de Canal 9, Jesús Sánchez Carrascosa, pero venían de más arriba. En ellas se me anunciaba que, si Bárbara pisaba el plató del programa, lo cerraban".

"Le dijimos que no salía"

 "Cuando llegó Bárbara a las instalaciones, la metimos por la puerta de atrás para evitar fotógrafos. Nos reunimos en mi despacho y le dijimos que no salía, pero que se le pagarían los dos millones de pesetas de caché. Ella se puso como una furia, no sé si iba a soltar la bomba atómica, pero un racimo de bombas seguro", relató Ángel Moreno.

El presentador del programa, Ximo Rovira, también ha recordado, en declaraciones al Periódico de España, que iba "por el pasillo en las pausas publicitarias y oír gritos: 'Que yo salgo'. Vociferaba y estaba muy nerviosa, fuera de sí, aterrada. Yo creo estaba convencida de que aquella entrevista la protegía".

"Aparecieron dos señores y la convencieron"

La entrevista, finalmente, no se realizó. Según contó Ángel Moreno, "aparecieron dos señores que se identificaron y, tras hablar con ella cinco minutos, la convencieron y se marcharon".

El periodista de Levante Quico Arabí ha contado que aquella noche le llamó Bárbara Rey: "Yo estaba aquella noche en la redacción de Levante-EMV, quedábamos sólo tres o cuatro personas. Sonó mi teléfono, lo descolgué y al otro lado de la línea me habló Bárbara Rey y me dijo que estaba secuestrada en Canal 9. Yo no me podía creer aquello. Realmente sonaba nerviosa. Me dijo 'Me han secuestrado en una habitación cerrada en la tele, no me dejan hablar con nadie ni participar en el programa. Te llamo a escondidas. No quieren que salga en Tómbola porque lo voy a contar todo. Me han dicho que la orden de no dejarme salir ha llegado desde muy arriba. Estoy amenazada de muerte y temo por mis hijos'. Ese fue su mensaje enigmático, con voz entrecortada y a bocajarro".

"Me encontré a una persona asustada de verdad"

Arabí se citó con Bárbara Rey al día siguiente en el hotel NH en el que la presentadora se hospedaba. "Tanto miedo tenía, que nos dijo a mí y al fotógrafo que subiéramos a su habitación para hacer la entrevista. Finalmente la pudimos hacer en un rincón del vestíbulo del hotel. Lo que yo me encontré fue a una persona que de verdad estaba asustada, que decía tener miedo por su vida y no estaba actuando".

El exdirector del CNI explicó en Salvados que se intentó acallar a Bárbara Rey con un contrato en Canal 9 para un programa de cocina, por el que se embolsó cinco millones de euros. En el libro 'El jefe de los espías' con las anotaciones del exdirector del Cesid (ahora CNI) Emilio Alonso Manglano tambien se aseguró que la actriz habría recibido importantes cantidades de dinero a cambio de no airear sus relaciones con el Rey Juan Carlos. El excomisario José Manuel Villarejo anotó en sus agendas que el CEO de Repsol confesó que el entonces presidente José María Aznar le había pedido que la petrolera pagase a Bárbara Rey por su silencio, y lo mismo había ocurrido con otras empresas del IBEX.

"Nunca cocinó un plato"

El productor del programa En casa de Bárbara, Ximo Pérez, ha dicho que "yo no sé dónde se generó aquel contrato ni nada. A nosotros nos vino un día el representante de Bárbara Rey y nos dijo que ella había cerrado un programa con Canal 9, que si lo queríamos producir nosotros. Le dijimos que sí y eso es todo".

"Ella nunca cocinó un plato durante el programa. Además del pinche David Alcocel había otro cocinero que nunca salía, pero era el que preparaba los platos en realidad", ha desvelado Ximo Pérez. El productor ha añadido que con Bárbara Rey "jamás tuvimos ningún problema. Yo he trabajado con actores y actrices muy famosos y siempre hay alguno que tiene excentricidades, que habla peor a los trabajadores... pero no fue el caso de Bárbara. Siempre fue muy correcta con todo el mundo. No iba de diva. De hecho, lo que te puedo decir de ella es que iba a saco en las grabaciones. Fue muy profesional y que se le notaban las tablas frente a la cámara, porque estaba muy acostumbrada".

Durante aquella temporada Bárbara Rey estuvo residiendo en el Hotel NH de Valencia, una estancia que pagó la tele pública: "Aquel programa no se rodaba en Burjassot [los estudios de Canal 9]. Nosotros teníamos un estudio de 400 metros cuadrados en Valencia, cerca del hotel. Ella casi nunca venía antes de la una de la tarde. El programa se empezaba a rodar a las dos y acabábamos a las diez de la noche. Grabábamos tres capítulos de 40 minutos cada día. A ella le acompañaba el pinche que hablaba en valenciano, pero también había un cocinero fuera del set que era el que preparaba la comida en realidad. Grabábamos tres fases del plato: al principio de la receta, a la mitad y con el plato ya preparado. Pero ella no los hacía. Se estudiaba los guiones y aprendía los pasos".