De nuevo, la lucha contra el cannabis vuelve a estar en el centro del debate del Gobierno autonómico liderado por Isabel Díaz Ayuso. Hace justo un mes la presidenta anunciaba la puesta en marcha de una campaña cuyo objetivo es la lucha contra la drogodependencia pasando por la reforma de la ley sobre drogodependencias y otros trastornos adictivos de 2002. Pese al amplio abanico de drogas que, en teoría, incluye este plan, parece que para el gobierno autonómico solo existe un único frente de batalla: el cannabis.

El pasado miércoles, en el Consejo de Gobierno, Ayuso señalaba en este sentido que el objetivo de esta reforma es proteger a los menores “de la venta en establecimientos de productos derivados del cannabis, tales como aceite para vapeadores, snacks o gominolas con CBD, cuyo consumo también tiene riesgo para la salud”. Según revelan los datos del sistema regional de vigilancia de adicciones, el consumo de cannabis se dispara entre los jóvenes madrileños entre 14 y 18 años. En esta línea, señalan también que el 27,8% lo ha hecho en alguna ocasión, el 21,8% en el último año y el 14,5% en el último mes.

Insistiendo nuevamente en esta sustancia, la presidenta del ejecutivo regional señaló que una de las medidas que va a impulsar va a ser la limitación de los patrocinadores que promocionen este tipo de productos. Además, anunció que el gobierno autonómico estaría dispuesto a pagar 72.400 euros destinados a “talleres de prevención del consumo de cannabis” dirigidos especialmente a alumnos de 2º y 3º de la ESO.

El alcohol, líder en el consumo de jóvenes, ignorado

Pese a que los datos son los que son, el plan propuesto por Ayuso es un plan que pasa por alto las drogas que actualmente producen más muertes en España como son el tabaco y el alcohol, según los informes sobre drogas del Ministerio de Sanidad. Unas sustancias cuyo consumo además ha sido abanderado por el gobierno ejecutivo de Ayuso en numerosas ocasiones. Sin ir más lejos, el líder de las Nuevas Generaciones del PP, Ignacio Dancausa se encargó de que a nadie de sus filas les falte el alcohol y los chupitos cuando visiten las “mejores discotecas” de la ciudad. Esto lo anunció en el marco de un acuerdo con estos locales para que los afiliados disfrutaran de determinados privilegios como “listas exclusivas” o “eventos, copas y chupitos”, que se basan en la promoción y el consumo de alcohol con el fin de aumentar el número de jóvenes pertenecientes a NNGG.

De igual manera, destacado fue también el momento en el que, con motivo del 20 aniversario del Parque Warner de Madrid, Ayuso pronunció unas palabras que hicieron saltar las alarmas por poder estar haciendo apología al alcohol. En el discurso que dio la presidenta, señaló “a todos los recomiendo venir a la Warner a pasar un día con familia, o con amigos. Por cierto, ponen Mahou en todos los restaurantes”.

En ambos casos, ni Dancausa, ni Ayuso, ni nadie del Partido Popular, pusieron el grito en el cielo, como lo vienen haciendo recurrentemente con el cannabis, a pesar de que el alcohol sea la droga más mortal en España. De hecho, según se desprende de un estudio de Socidrogoalcohol, los motivos más frecuentes de fallecimientos asociados al consumo de alcohol fueron el cáncer, en un 43,8%, y las enfermedades digestivas, en un 32,9%.

Al margen de estos datos, se suman también los de la Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (EDADES 2022) del Ministerio de Sanidad. En esta, se refleja que más de tres cuartas partes de la población española consume alcohol (76,4%), el tabaco registra un 39% de consumidores, y el cannabis, objetivo principal del plan de Ayuso pero tercero en la lista, un 10,6%.

Unos datos que parecerían inexistentes si se atiende al plan que propone ahora el ejecutivo regional, donde se le da entre escasa y nula atención a estas sustancias, siete veces más consumidas que el cannabis.

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