Un imán de una mezquita de Getafe, en Madrid, está siendo juzgado desde este miércoles por la Audiencia Nacional, acusado por la Fiscalía de delitos de autoadoctrinamiento yihadista y enaltecimiento del terrorismo yihadista. La justicia pide para él ocho años de prisión.

Bilal J. mantenía una "prolija actividad en redes sociales, con la que pretendía capacitarse a sí mismo con formación yihadista y difundirla a terceros para que pudiesen acceder a esta instrucción", según consta en el escrito de acusación de la Fiscalía. Este mismo órgano asevera que su intención era formarse a sí mismo para luego "adoctrinar a terceros a través de su posición de imán".

Bilal J., según el Ministerio Público, entró en España en julio de 2017 por primera vez, y en una segunda ocasión en marzo de 2018, y residió desde el 3 de diciembre de ese año en la localidad madrileña de Getafe, donde encontró empleo en la Mezquita Al-Istikama, en la que se encargaba del sermón de los viernes.

De las vigilancias desarrolladas sobre el investigado y del análisis de contenidos publicados en abierto en sus redes sociales, los investigadores se percataron de que compartía imágenes, vídeos e infografías en Facebook y Telegram de carácter islámico radical. El escrito recoge, por ejemplo, que en 2014 compartió en su muro un video del líder del Estado Islámico Abu Usama Al Maghrebi y un hipervínculo de Youtube con el cántico 'Aswad Al-Iktihamat' (Los leones de las invasiones). Tras esto, se solicitó intervenir sus plataformas sociales para que dejase de compartir este tipo de contenido.

Gran cantidad de material

Ya en 2020, agentes de la Comisaría General de Información (CGI) accedieron y registraron el domicilio de Bilal J. y se incautaron cuatro móviles, dos tarjetas SD y un USB. Tras su análisis, quedó acreditado que el investigado "adoptaba medidas de seguridad en sus comunicaciones y uso de redes sociales" y que "empleaba terminales diferentes para su vida privada y para la actividad de difusión de contenidos yihadistas".

Además de los cuatro móviles, los investigadores descubrieron que solía usar redes wifi para conectarse a Internet evitando las tarjetas SIM, y que contaba con hasta diez direcciones de mail, dos usuarios de Telegram y nueve perfiles de Facebook.

Por otra parte, el fiscal sostiene que en uno de los teléfonos móviles incautados, tenía almacenados tres vídeos elaborados por la sección técnica de Daesh, en los que se instruía a adoptar medidas de seguridad para el entorno virtual, como adquirir líneas de teléfono no físicas para operar de forma anónima por Internet, comprar cuentas de correo o hacerse con números de teléfono no rastreables a través de diferentes métodos.

En el terminal de Bilal se localizó, además, software especializado para hacer anónima la navegación en la red: Bitmask, Orbot, Proxy con Tor y Psiphon3.

Cuarenta grupos de temática yihadista

En el la denuncia se indica que el encausado participaba activamente en hasta 41 grupos de temática yihadista en las aplicaciones Telegram y WhatsApp, y que algunos de estos grupos eran administrados por agencias de comunicación de DAESH, como Agencia AMAQ y Nasher News. Además, hallaron en otro de los terminales incautados hasta 50 vídeos almacenados con imágenes de muertes, ejecuciones y asesinatos mediante métodos violentos (aplastamientos, utilización de excavadora, accidentes violentos, suicidios).

Las pesquisas llevaron a comprobar que también intercambió por redes hasta 422 'nasheeds' o canciones religiosas de contenido radical, 100 vídeos de temática yihadista, 561 imágenes de temática yihadista y ocho revistas editadas por productoras de DAESH. "Dentro de este material han sido localizadas instrucciones para cometer atentados", añade el fiscal.

A ello hay que sumar que, en su historial de búsqueda, se encontró que Bilal J. había buscado información sobre formas de cometer atentados. "La infografía con título 'consejos a los yihadistas en las tierras del Enemigo' contiene instrucciones para la comisión de atentados terroristas en países occidentales. A través de estas imágenes, la organización terrorista DAESH ofrece directrices claras que les permitan acometer un atentado terrorista en solitario con éxito", añade al respecto.

Partidario de la corriente Takfirí

En el escrito, el fiscal hace un repaso a las reacciones y comentarios que hizo el imán justificando diferentes atentados yihadistas producidos en Europa, y explica que era partidario de la corrriente Takfirí del Islam, seguida por la organización terrorista DAESH y caracterizada por considerar Kafir, "infieles", a los musulmanes de otras corrientes diferentes al Islam Sunní.

El marroquí "habría mantenido contacto con objetivos investigados por otros Servicios de seguridad especializados en la lucha contra el terrorismo de carácter yihadista", y "se dedicó a enviar recomendaciones de seguridad informática y material de carácter yihadista a terceros, participando de forma activa en la difusión de imágenes, vídeos y audios elaborados por la organización terrorista DAESH con el fin de realizar proselitismo.

La conclusión que aporta el Ministerio Fiscal es que todas estas actividades eran realizadas por el acusado "de forma simultánea al desarrollo de sus funciones de imán de la mezquita de Getafe y de profesor en la 'madrasa' (escuela) de la misma -impartía clases de memorización del Corán a niños-", y que, de hecho, utilizaba las instalaciones de la propia mezquita en la que trabajaba para contactar con el entorno yihadista a través de las redes sociales.