El Instituto de Medicina Legal de Asturias ha descartado que la muerte de una mujer de 40 años que había recibido la vacuna de AstraZeneca una semana antes del deceso esté relacionada con el fármaco contra el coronavirus.

El Instituto Nacional de Toxicología ha concluido que la muerte de la mujer, que sufrió un paro cardíaco a finales del pasado mes de febrero, no fue causado por una reacción adversa de la vacuna, según ha confirmado fuentes del Principado.

El médico no firmó el certificado de defunción

El Instituto de Medicina Legal inició la investigación después de que el facultativo que atendió a la mujer no firmara el certificado de defunción al no apreciar una causa evidente del fallecimiento.

Este tipo de investigaciones se abtre siempre que un médico no firma el certificado de defunción y en este caso se daba la circunstancia de que la mujer había recibido la vacuna unos días antes. Este caso no fue notificado a la red de farmacovigilancia del Principado, a la que se traslada cualquier sospecha de reacción a las vacunas, según adelanta el Huffington Post.

Se investiga el caso de otra mujer

La Consejería de Salud del Principado ha informado este lunes de que investiga el caso de otra mujer, de 55 años, que fue diagnosticada de una trombosis cerebral de senos venosos después de haber recibido la vacuna de AstraZeneca.

La administración de esta vacuna fue suspendida de forma cautelar en España el 15 de marzo después de que se diagnosticaran varios casos de trombosis en varios países europeos en personas que habían recibido el fármaco. Dos semanas después, la vacuna se siguió administrando después de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) la consideró segura.

Cerca de 28.000 personas han recibido la vacuna de AstraZeneca en Asturias, y en España se ha suministrado a más de 1,7 millones de personas.