La protesta racial que ha culminado con la muerte de cinco policías en Dallas (Texas, EEUU) a consecuencia de los disparos de francotiradores se produce después la brutal muerte de dos negros en apenas 48 horas, víctimas de la violencia policial. La imágenes de ambas muertes han dado la vuelta al mundo.
Alton Sterling, en Luisiana, fue disparado a quemarropa por dos agentes que lo tenían retenido en el suelo. El vídeo, grabado por un testigo, muestra a Sterling completamente inmovilizado. Pese a ello, uno de los agentes saca una pistola y dispara provocándole la muerte. En ese momento se oye una voz que grita: “¡Tiene un arma, un arma!”
They didn't have to kill #AltonSterling like that. This is cold blooded murder. pic.twitter.com/NZFFMWvIdy
— Gary Chambers (@GaryChambersJr) 6 de julio de 2016
**TRIGGER WARNING**
— Jessie Karangu (@JMKTV) 6 de julio de 2016
Remember his name - #AltonSterling
When will it end? When is enough, enough? pic.twitter.com/7KxiOaOkny
Philando Castile, en Minnesota, fue disparado cuando se encontraba desarmado dentro de su coche. Su mujer es la que graba el vídeo. Se la oye llorar impotente ante su marido desangrándose mientras el agente de policía le apunta y grita airadamente desde el exterior del vehículo. Al parecer, los paró porque llevaban un faro roto.
An early look at tomorrow's front page:
— New York Daily News (@NYDailyNews) 7 de julio de 2016
HIS HANDS WERE EMPTY#AltonSterling didn't pull gun https://t.co/S5BDVXyGyC pic.twitter.com/CtctbfZ1cJ