En medio de la polémica, Albert Pla se prepara para aterrizar en Madrid este jueves con su última propuesta musical, de guión muy libre, después de la tensión sostenida con Ciudadanos y con Albert Rivera, a quien dirigió una carta abierta publicada en el diario Público en la que denunciaba el intento de vetar su reciente actuación en Asturias.

“Nosotros, y parece que otros muchos artistas, cuando vamos a según qué ciudades, que son casi todas en España, encontramos oposición. El Partido Popular intenta que no se haga; no lo digo yo, no es una conjura secreta, lo dicen ellos públicamente, y Ciudadanos se apuntó al carro en Oviedo”, explica el artista.

Además, Pla afirma que todavía no ha tenido ningún tipo de respuesta por parte del partido de Rivera tras el escrito publicado.

Origen del ‘boicot’

Toda la polémica de este supuesto intento de veto de Ciudadanos habría surgido a raíz de unas declaraciones que Pla hizo hace cuatro años al diario asturiano La Nueva España. En ellas matizó: “A mí siempre me ha dado asco ser español, y espero que a todo el mundo. Me gustaría que los catalanes fuéramos independientes y que en Gijón se estudiara el catalán por cojones, igual que nos ocurre a nosotros ahora”.

Esto hizo que el consejo de administración de Teatro de Jovellanos -del que por entonces formaban parte el PP y Toro- decidiera anular el concierto del artista. Sin embargo, la cosa no acabó ahí.

Recientemente un promotor privado se interesó en alquilar las instalaciones del Teatro Filarmónica de Oviedo, un mero trámite que derivó en una controversia política. La Comisión de Cultura, con votos a favor de PSOE, Podemos e IU, consiguieron aprobar la fecha, pero contaron con los votos en contra del Partido Popular y Ciudadanos.

Polémica sobre los escenarios

Después de casos muy sonados en los que el humor les ha costado penas a artistas como César Strawberry, el mismo Pla acabó siendo absuelto en una ocasión tras decir, con tono sarcástico, que “mataría a los de Podemos”, considerando que así “al menos se enterarían de que existimos”.

En aquella ocasión, Albert Pla añadió: “ahora que no llevan guardaespaldas, es mejor. Si no luego, la vamos a liar otra vez y ya no podremos hacerlo… ya tendrán servicio de seguridad, guardaespaldas, bancos que les respalden, votantes… Es mejor acabar ahora”.

No se arrepiente para nada de todo lo que ha dicho sobre las tablas, donde presume de haber obrado siempre como ha querido. “El que se suba a un escenario y no provoque nada, peor para él”, señala. También apunta a que no sigue la actualidad política, ya que le “parece una mentira completa y una pérdida de tiempo, una muestra de humor negro, salvaje y cruel”.