El espectáculo El baile de los años, que se engloba dentro del proyecto Derechos Humanos a Escena, es uno de los 18 seleccionados en la convocatoria de este año del programa Art for Change de la Obra Social la Caixa.

La revista Alma, de La Caixa, explica las razones por las que este proyecto fue seleccionado: "¿Hay algo mejor en esta vida que bailar? Al que no le guste, es que no ha bailado lo suficiente. Bailar es universal. Desde que aprendimos a ponernos de pie movemos el esqueleto en todos los rincones del mundo. Pero es que, además, es una actividad democrática como pocas: si algo nos enseñaron los noventa es que, cuando la música empieza a sonar, todos somos iguales. Bailamos para dar por empezado un matrimonio o, como cantaban los Paradisio, para llenar el silencio. Con Alaska, bailamos todo el día y, con Sonia y Selena, toda la noche. Solos a lo Billy Idol o, con un poco de suerte, acompañados. Y luego están los protagonistas de El baile de los años, que bailan, sobre todo, para conocerse mejor".

El dramaturgo José Antonio Vitoria, destaca que bailar es compartir. “En la danza tocas, miras, compartes… Todo el mundo se mueve en sincronía con la misma música”, afirma.

"La experiencia le da la razón. Solo hay que ver el éxito que está teniendo uno de sus últimos proyectos, en el que música y danza se convierten en puentes entre generaciones. El espectáculo se titula El baile de los años, se engloba dentro del proyecto Derechos Humanos a Escena, y se estrenó en el Auditorio Barañain (Navarra) el viernes 2 de marzo (y el día 16 se podrá volver a ver en el mismo espacio)", explica Alma.

La Declaración de Derechos Humanos

El proyecto Derechos Humanos a Escena "busca reflexionar de una manera artística y participativa sobre la Declaración Universal de los Derechos Humanos Emergentes (una especie de versión 2.0 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos). Y lo hace poniendo el foco sobre las personas mayores, dándoles la oportunidad de subirse a un escenario, en plano de igualdad, junto con tres bailarines profesionales y una decena de niños y jóvenes".

“Tenemos la falsa idea de que los mayores son candidatos a cursos de baile de salón y no a una coreografía de danza contemporánea”, señala el dramaturgo José Antonio Vitoria. “Pero cuando fuimos a hacer los castings a los centros de mayores hasta tuvimos que cerrarlos por overbooking”, confiesa. Ríete tú de Fama, a bailar.

"Y la experiencia va mucho más allá de la edad.  Según el dramaturgo, los jóvenes han conocido a un montón de personas de su ciudad con las que quizás de otra manera nunca hubieran interactuado, y menos de esta manera tan personal y cercana”.

"Gracias a la danza, los jóvenes han aprendido que, a veces, lo extraordinario se esconde a la vuelta de la esquina; y los mayores, que después del último baile, siempre hay tiempo para otro. Lo sentimos, Donna Summer: estabas equivocada", afirma la revista de La Caixa.