El pasado miércoles, cuando a los seguidores del Atlético de Madrid que se encontraban en el Wanda Metropolitano les empezaron a llegar las alertas móviles de que un aficionado del equipo había recibido tres navajazos en las inmediaciones del estadio, nadie se atrevía a culpar de lo ocurrido a la afición del Sevilla.

Y no porque los Biris sean incapaces de acometer una acción similar. Fundada en 1975 y de extrema izquierda, los ultras del Sevilla son conocidos por su violencia extrema: han llegado a pegar a una mujer embarazada o defender a uno de los cinco jóvenes de ‘La Manada’ acusado de violación en grupo.

La situación en el estadio  
La clave estriba que los ánimos en el Frente Atléti andan caldeados. Algo de lo que son conocedores todos los hinchas que acuden con asiduidad al nuevo Metropolitano. Sin ir más lejos, a principios de esta semana, uno de los testigos protegidos del ‘caso Jimmy’ identificaba a cinco radicales del equipo madrileño como autores del asesinato del miembro los Riazor Blues. 

Tan calientes están los ánimos en el Wanda que muy pocos seguidores se extrañaron cuando una vez finalizado el partido contra el Sevilla, la Policía informó que el joven del Atlético de 22 años que fue apuñalado había recibido los navajazos por parte de un hincha de su mismo equipo.

“Aquí hay gente con navaja”  
“Fue una bronca de bar”, decían desde algunos medios de comunicación. “Aquí lo grave es que hay ultras que con total impunidad siguen acudiendo al fútbol con navaja”, contradecía a la prensa un socio del Atlético a las puertas del Wanda. Su opinión, mayoritariamente compartida por los seguidores del equipo que abandonaban el estadio, es que “el problema no estriba en las discusiones de taberna que se originan junto al estadio: lo grave es que hay ultras violentos que con total impunidad siguen viniendo como si nada”. 

El presunto agresor, que responde a las iniciales I. R., se trata de un ultra que ya estuvo detenido por la muerte del seguidor de la Real Sociedad Aitor Zabaleta en 1998. No es el único muerto que el Frente Atleti tiene a sus espaldas. Su último crimen está fechado hace apenas tres años, el 30 de noviembre de 2014.

La vuelta del Frente Atleti
Apenas 48 horas después de la muerte del también aficionado ultra ‘Jimmy’ por miembros del Frente Atlético, el Atlético de Madrid anunciaba la expulsión de la peña ultraderechista de manera inmediata. Sin embargo, medio año después, tanto el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, como el consejero-delegado del club, Miguel Ángel Gil-Marín, reculaban: “podrán venir siempre que se comporten como se tienen que comportar”, afirmaban. 

Desde entonces, los ultras rompieron su promesa de dejar de animar en los partidos. Poco a poco volvieron los canticos al estadio y las estrictas medidas de seguridad que el club adoptó tras el asesinato de Jimmy se fueron relajando.

En enero de 2017, los ultras del Atlético ya no disimulaban su radicalismo. Así, en un partido frente a Las Palmas, ‘el Frente’ entonaba su última ‘composición’: “Solo le pido a Dios que se mueran todos los fuleros. Que se mueran para siempre para toda la alegría de la gente”.

Y esta temporada el Atlético ha estrenado estadio. Respecto a algunas cosas, poco ha cambiado el Wanda respecto al Calderón. El Frente Atleti sigue adueñado del fondo sur. Tanto es así que antes del navajazo esta semana en las inmediaciones del estadio, ‘el Frente’ estaba inmerso en negociaciones con el club para volver a portar su famosa pancarta en la grada, informa el medio ‘Esto es Atleti’.