Hazte Oír y sus campañas. Ya son archiconocidas en España. Una de las que más repercusión tuvo fue la que promovieron con el autobús tránsfobo. Por si no lo recuerdan, esa que rezaba que “los niños tienen pene y las niñas tienen vulva”. O su delirante fletado de avioneta para transmitir el mismo mensaje de odio hacia el colectivo LGTBI.

El último hito de la organización ultracatólica que dirige Ignacio Arsuaga ha sido contra la elástica que vestirá la Selección Española en el Mundial de Rusia. Una camiseta que ha traído bajo el brazo una gran polémica en la sociedad patria, pues ha sembrado la duda de si se trata de una llamada a la bandera republicana o no. Muchos han intentado apropiarse de ella. Otros, en cambio, han rechazado la zamarra. Una camiseta que, por cierto, provoca un efecto óptico, aunque el color de la franja, lejos de ser morado, es claramente azul. Azul petróleo, según Adidas.

“No nos representa”

Hazte Oír ha promovido un boicot – otro más -, aunque esta vez contra la firma deportiva que viste a la España en cuanto a fútbol se refiere. El colectivo exige a la marca alemana que haga una camiseta “con la bandera de España” y no con los tonos de la actual elástica que “no” los “representan”. En la web de Hazte Oír declaran que “no son los colores de nuestra bandera”, sino que "muestran los de la II República".

Desde Adidas han reiterado hasta la saciedad que el diseño está inspirado en la camiseta que llevó España en el Mundial de Estados Unidos de 1994. Un campeonato que todo el mundo recuerda y no porque se hiciera un buen papel, para no variar, si no por el codazo de Tasotti a Luis Enrique amén de por la enésima decepción rojigualda en un torneo estival.

Fracaso absoluto

Desde hace casi un mes, esta recogida de firmas para promover el boicot y la petición de un nuevo diseño de camiseta está colgada en la web del colectivo. Sin embargo, ha sido un auténtico fracaso, pues apenas se han recogido 22.000 firmas. El seguimiento y el apoyo a esta iniciativa se define como un varapalo para Hazte Oír. Aunque, eso sí, saca pecho de haber alcanzado esta cifra de firmantes.