El curso universitario ya está en marcha. Para muchos, los pasillos de las facultades ya no tienen secretos, pero no pueden decir lo mismo aquellos que los pisan por primera vez.

Aulas y residencias se convierten en cajas de sorpresas para algunos estudiantes que pasan a ser víctimas de las tan temidas novatadas.

No es la primera vez que se desde distintas instituciones se alerta del riesgo de este tipo de prácticas, que sus defensores ven como un modo de 'integrar' a los recién llegados, pero que pueden acabar siendo humillantes y vejatorias.

El Consejo de Colegios Mayores Universitarios se ha mostrado claro al respecto, manifestándose en contra de cualquier tipo de novatada universitaria.

“Aunque la problemática no afecta exclusivamente a nuestras instituciones, dado que lamentablemente también se llevan a cabo prácticas de este tipo en Residencias Universitarias y Facultades”, recalcan a través de un comunicado, “los colegios mayores han puesto en marcha durante los últimos años diversas iniciativas, tanto a nivel individual como en colaboración con otras entidades, dirigidas a erradicar y minimizar el impacto de las novatadas”.

La entidad subraya que se han llevado a cabo distintas medidas, tanto de concienciación como de integración alternativas y disciplinarias. En este marco se engloba el proyecto “Novatadas: comprender para actuar”, la primera investigación científica en España al respecto, el manifiesto de rechazo que se redactó en 2013, el decálogo contra las novatadas elaborado en 2016 con ayuda de la Policía Nacional y los distintos cursos y seminarios que se han organizado para abordar el origen de estas prácticas y sus posibles soluciones.

Con el mismo fin, el de erradicar este tipo de prácticas, se creó hace casi ocho años la Asociación contra las novatadas y el maltrato entre universitarios. Tal y como explica a ELPLURAL.COM su presidenta, Loreto González-Dopeso, para ello es fundamental “informar, formar, proteger y sancionar”. “No se puede dejar a las personas que están sufriendo coacción, maltrato y abuso con sensación de desamparo”, insiste.

Es imprescindible dejar claro que las novatadas “no son bromas o juegos inocentes. Tienen una estructura muy diferente, detrás de la cual hay un abuso de poder”.

Cada año llegan hasta esta entidad testimonios de estudiantes que han vivido auténticos calvarios y de familiares que han visto sufrir a sus hijos. En los últimos tiempos, además, “por vez primera, nos hemos encontrado con la declaración de testigos”.

Aunque la postura del Consejo de Colegios Mayores es clara, recalcan desde esta asociación, “tenemos constancia de que hay distintas sensibilidades y maneras de abordar el tema. Por los casos que nos llegan, sabemos que hay equipos directivos que trabajan duro en atajar el problema y otros que hacen más la vista gorda. Por otro lado, no podemos olvidar que hay novatadas también en las residencias universitarias". 

Estudiantes divididos

Entre los estudiantes hay disparidad de opiniones. Mientras unos rechazan cualquier tipo de novatada, otros defienden la realización de estas 'bromas', siempre y cuando no “sean excesivas”.

Pero ¿dónde está la línea? Las novatadas van desde reverencias hacia los veteranos y pequeñas órdenes que obedecer, hasta prácticas que incluyen beber sin control mientras uno es azotado con varas o bañarse en fuentes llenas de vinagre.

“Hay sitios en los que se pasan un montón”, comentan algunos universitarios. En algunos casos, además, “si no te prestas a las novatadas te llaman 'nono' y te marginan”.

A la hora de 'resistirlas' “cuenta el carácter”, apuntan. “Hay gente que las lleva bien y otras personas que sufren mucho”. Y no todos son 'víctimas' en la misma medida.

Los 'enchufes' en estos casos funcionan. Tener hermanos o amigos entre los veteranos te libra de caer en sus garras.

Redes sociales

Las novatadas han ido cambiando a lo largo de los años y la irrupción de las redes sociales también ha hecho mella en ellas. “Ya no empiezan en septiembre”, recalcan los universitarios, “consiguen tu número de teléfono y te mandan whatsapps, así que ya llegas con miedo”.

“Tenemos constancia de que hay prenovatadas”, subraya la presidenta de la asociación que lucha contra esta práctica. “Los convocan en sus ciudades de origen y de forma continua son requeridos a través del móvil para todo tipo de recados”.