Y, ¿por qué el poder político se ha dejado comer el terreno por el sistema financiero? Han influido varios factores. Unos políticos bajo el engañoso espejismo de un pragmatismo mal entendido se han dejado engañar inocentemente; hablando mal y pronto: se han cagado ante el poder del dinero; pensaron que si no se rendían a las reglas que impone el capitalismo, íbamos a la ruina; todo se hundiría. Otros políticos, como consecuencia de su mediocridad, y su incompetencia, se han visto atrapados por el sistema; el poder financiero los ha engañado miserablemente. Y el tercer factor viene determinado por la complicidad activa de aquellos políticos que intencionadamente se han puesto al servicio del dinero; por ideología conservadora neoliberal o por el señuelo del dinero han sido atrapados o se han dejado atrapar; prácticas corruptas con las que se han beneficiado ambos poderes; políticos y pelas, de la mano, unidos por un mismo interés.

Las cabezas pensantes del capitalismo pusieron el capital al servicio de la sociedad, para demostrar que frente al comunismo, el bienestar social venía con la creación de la riqueza. Y se logró. Quedó demostrado que el capitalismo regulado por el propio sistema financiero era más adecuado para el progreso social que el comunismo. Y ahora, sin enemigo, el mismo sistema financiero nos dice que el bienestar social no es sostenible. ¡Tiene bemoles! Ahora resulta que la crisis se ha originado porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Solución: Los que trabajaron activamente en el diseño del sistema desregulado, vienen a ocupar el poder político, vienen a imponernos medidas de austeridad. ¡Qué disparate!

Julio García-Casarrubios Sainz

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