Quien así se manifiesta en un artículo titulado Viva la juventud y publicado en el diario La Razón es José Antonio Vera, el que fuera su director y hoy tertuliano de Herrera en la onda o La Brújula y asiduo colaborador, entre otros medios, de Cope, Canal9 y Telemadrid.

Pero la memoria que exhibe este periodista en relación con los años de los gobiernos socialistas de Felipe González es, cuando menos, excesivamente selectiva y escasamente objetiva, no siendo excusa el sentido de pretendida ironía con el que quiere adornar sus palabras. Tanto es el tiempo que lleva la derechona política y mediática intentando por todos los medios -y no siempre demasiado democráticos- ningunear los más que evidentes e históricos avances producidos desde el primer gobierno de González hasta la aparición de Aznar en la dirección del país, que creo necesario hacer un pequeño recordatorio de los mismos. Porque no todo fue, como ruin e injuriosamente quiere reescribir la derechona -quizás envidiosa de no haber protagonizado aquella época-, “despilfarro, paro y corrupción”, por más que este eslogan lo hayan repetido hasta el hartazgo.

Aquellos tiempos también fueron los de un considerable crecimiento económico estimulado por el ingreso de España en la Unión Europea, también los de una España que se abrió al mundo exterior después de decenios de ostracismo, también los que permitieron un proceso de liberalización en la moral y las costumbres en claro contraste con la dura represión de la dictadura franquista, también los del acercamiento del ejército a la sociedad acabando con el fantasma permanente de un nuevo golpe de Estado, también los de una más que necesaria reconversión industrial, también los de la modernización y universalización tanto del sistema educativo español como del sistema sanitario y de la Seguridad Social y, finalmente, también, por no ser demasiado exhaustivo, fueron los de la mayor ampliación y modernización de las infraestructuras de este país gracias a que aquel “espada prehistórico”, llamado Felipe González, hizo de “pedigüeño” en la Unión Europea y lograse que  España fuese el país miembro que más dinero recibiese del Fondo de Cohesión. Billones de pesetas de las que se benefició España y que se le atragantaron al patriota José María Aznar.

Cuando la derechona se refiera a Felipe González, Alfonso Guerra, Manuel Chávez o Alfredo Pérez Rubalcaba tendría que ser más respetuosa porque, a pesar de los difíciles años por los que ahora atravesamos, nuestra pertenencia a Europa como país civilizado, moderno, democrático y con presencia en el concierto mundial seguramente que no hubiese sido posible sin ellos. ¡Aunque a lo mejor una España civilizada, moderna y democrática no es justamente lo que la derechona desea o, al menos, no la desearon durante demasiados años!

Gerardo Rivas Rico es licenciado en Ciencias Económicas