Cada cierto tiempo surge en el mundo del arte una nueva interpretación esotérica que solivianta a los historiadores del arte. Códigos ocultos, sociedades secretas y conspiraciones vaticanas se mezclan en un cóctel trepidante lleno de acción y giros de guion.
Lamentablemente la historia no suele ser tan emocionante, o al menos, no en todos los casos, porque si nos remontamos a la España renacentista nos encontramos un caso realmente fascinante. La historia del pintor Bartolomé Bermejo. 

Qué quieren decir las inscripciones que Bermejo añade a sus cuadros
¿Qué quieren decir las inscripciones que Bermejo añade a sus cuadros?

Nacido en Córdoba hacia 1440, es quizá uno de los artistas españoles con más claves ocultas, su mismo nombre “Vermeio” en las firmas de sus cuadros o su versión latinizada “Rubeus”, no obedecen a su apellido real, si no una alusión a la palabra rojo, pero sin que sepamos con certeza si fue por ser pelirrojo o por cualquier otra razón.
Su apellido era Cárdenas y como tal le vemos en algunos documentos que nos hablan de una vida itinerante, prestando sus servicios artísticos en ciudades tan diversas como Barcelona, Valencia, Zaragoza o Daroca e incluso se sospecha de un viaje a Italia pero poco más se sabe de su vida personal. La mayoría de pistas las aportan sus cuadros que, cargados de numerosos detalles, nos permiten hacer lecturas fascinantes.
San Miguel triunfante sobre el demonio muestra al arcángel luchando contra el maligno mientras que el donante el valenciano Antoni Joan que financió la obra sostiene arrodillado un libro en cuyas páginas han sido identificadas por el especialista Joan Molina Figueras como parte de la misa Pro defunctis, es decir, un oficio religioso para conducir las almas al más allá.
Si a esto le sumamos que, en la armadura del arcángel aparece reflejada la Jerusalén celeste, podríamos pensar el momento exacto en el que el donante llega al mundo de ultra tumba donde sus actos en vida serán juzgados. Unos actos que, teniendo en cuenta que Antoni Joan anduvo siempre a medio camino entre lo comercio y la piratería hacen del juicio una escena, como poco interesante.

Los numerosos detalles que esconden los cuadros de Bermejo dan un sentido muy especial a sus obras


Los numerosos detalles que esconden los cuadros de Bermejo dan un sentido muy especial a sus obras. 

En El Cristo de la Piedad, conservado hoy día en el Museu del Castell de Peralada aparecen también ese tipo de guiños, en concreto lo vemos en una inscripción hebraica que traducida dice: Él reparó la vida, con su muerte venció la muerte.
Lo que no queda tan claro es la inscripción que aparece en el pavimento donde se leen las siguientes letras: (…)OVAQ(…..)MEDNBL(…)AQ. Otro gran especialista en Bermejo, Fransec Ruiz i Quesada, lo ha interpretado como parte de antífona Vidi aquam pero ciertamente sigue sin estar del todo claro.

El Cristo de la Piedad guarda varios enigmas, en el pavimento y en inscripción hebraica



El Cristo de la Piedad guarda varios enigmas, en el pavimento y en inscripción hebraica.

Lo fascinante de Bermejo es que la mayoría de sus obras con tienen este tipo de secretos, el Tránsito de la Virgen, conservado en Berlín, tiene incluso dos mensajes secretos, el dosel de la cama, aun inexplicado y otro de nuevo en el azulejado del suelo donde aparece una serie de letras: S EM(….) EMDI OSES EMDI O(…) El cual, se ha interpretado como un anagrama en castellano de una frase que se repetiría por todo el suelo rodeando a la Virgen y que diría «en mí Dios es» .
También vemos mensajes inexplicados en el pavimento del cuadro de San Agustín en su estudio al Art Institute de «ACV DNOM GMACV».
En otros casos como la Flagelación de santa Engracia, en la cual podemos leer: SEVA SEVAZ SEVAZ SEVAZ SEVAZ SEVMA han sido interpretados por Joan Molina Figueras como una abreviatura de santa Engracia Virgen Martir Azotada
 

Los mensajes secretos en los azulejos es casi una seña de identidad de Bermejo

Los mensajes secretos en los azulejos es casi una seña de identidad de Bermejo.

Por si el tema no fuera lo suficientemente complejo en el Tríptico de la Virgen de Montserrat también intervinieron otros pintores, los hermanos Rodrigo y Francisco de Osona, que pintando las tablas laterales trataron de imitar la criptoescritura de Bermejo garabateando suelos y doseles sin ningún sentido.
El hecho de que Bermejo manejase varios idiomas especialmente el hebreo, que sus principales clientes, como Juan de Loperuelo, fuesen criptojudíos e incluso que su mujer, Gracia de Palaciano, fuese procesada por la Inquisición como judaizante en el 1486 en Zaragoza, invita a pensar en el pintor como un judeoconverso, lo cual dota a esta comunidad de españoles de una peculiaridad aún por estudiar, la comunicación en secreto, los códigos ocultos y los mensajes que forzosamente solo ellos víctimas de la persecución entenderían. Cabe, por tanto, plantearse una última cuestión: ¿De veras es necesario fabular en un guión teniendo historias así?

Para saber más:

Imagen 3. Juana de Vega no tuvo descendencia y todo su patrimonio formó parte de una asociación cultural que sigue en vigor en nuestros días recordando su memoria.

Curiosamente, Juana no llegó a aceptar ese título de duquesa, ni la escultura que se le quiso levantar, pues pensaba que todo ese tipo de homenajes debían dedicarse al “pan y trabajo” para mejorar la sociedad.
Las lecciones que dio con el ejemplo se repiten a lo largo de su vida, apoyando a jóvenes artistas como el violinista Pablo Sarasate, del que fue mecenas desde que este era un niño.
Su lucha en favor de la libertad de culto, pidiendo el indulto para dos protestantes condenados a prisión en 1862, e incluso fue referencia para dos gallegas ilustres, Concepción Arenal y Rosalía de Castro que vieron en esta mujer todo un ejemplo a seguir.
La creación del hospital psiquiátrico de Compostela, el impuso de la Cruz Roja en Galicia e incluso la escuela de agricultura, que continúa mediante su fundación vigente en nuestros días, son algunos de los tantos méritos con los que podía ser recordada Juana de Vega, una mujer poco amiga de los homenajes pero de inolvidable recuerdo, pues su ejemplo demuestra cómo la sociedad mejora gracias a personas (y en concreto mujeres) como ella.

Imagen 4. Obras como el hospital de Conjo no hubiesen sido posibles sin la ayuda de Juana de Vega