El ex presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha sumado a la polémica política de la semana, cuando ha sido preguntado por la Ley del ‘solo sí es sí’, durante este jueves en una visita a Cádiz con motivo de la celebración de la tercera edición del Foro Internacional Euroafricano. El exdirigente socialista ha puesto la pelota en el tejado de la Fiscalía General del Estado (FGE), al señalar que el órgano podría establecer "alguna instrucción" que unificará el criterio legal a la hora de aplicar la conocida como Ley del 'solo sí es sí'. Además, Zapatero ha admitido que las noticias y la información señaladas durante estos días en los medios, que han relatado rebajas de penas a condenados por delitos sexuales, han dado como resultado "sorpresa" y "preocupación" generalizadas.

Cuando se ha preguntado al que fuera presidente del Gobierno de España entre 2004 y 2011, sobre las declaraciones realizadas por la ministra de Igualdad, Irene Montero, afirmando que hay jueces que "son machistas", Zapatero ha respondido que él es consciente de que la aplicación de la ley ha provocado "algún problema". Asimismo, ha defendido que hay que "afinar bien" lo que representa el periodo transitorio "desde el punto de vista del principio de retroactividad".

Zapatero recuerda la solidez del ordenamiento jurídico de España

Según el ex presidente, es realmente "importante" que la Fiscalía se pronuncie a este respecto y establezca "alguna instrucción" que unifique el criterio judicial, aunque también ha matizado que "la última palabra la tendría el Tribunal Supremo". Zapatero también ha afirmado que el ordenamiento jurídico español cuenta con "suficientes claves hermenéuticas" para que "no acaben consolidándose efectos no queridos ni deseados por el legislador". Por esa razón, ha aclarado su esperanza en que la polémica se quede en un “debate jurídico".

Aunque el ex dirigente socialista reconocía estupor por la posibilidad de rebajas a condenas, también ha advertido de que "no hay que tener en cuenta las primeras reacciones", antes de afirmar que "no podemos pasar del reconocimiento a una buena ley, a que se provoque un efecto no deseado por técnica jurídica", ha expuesto Zapatero. El socialista ha insistido en que se debe tener una respuesta al respecto, ya que el objetivo de la ley no era disminuir las penas a condenados por delitos de abuso y agresión sexual, sino agravarlas. "Nos provoca inquietud, pero eso se encauzará", ha finalizado.

Era Victoria Rosell, la delegada del Gobierno en Madrid contra la Violencia de Género, la que durante esta misma semana aseguraba que es “factible rebajar las penas" con la nueva ley, el texto en sí mismo "no las rebaja", ya que el fin de la ley precisamente era el contrario. De hecho, Rosell se ha encargado de aclarar en su cuenta de Twitter que la ley no es el problema, señalando que "la prueba más reciente: con la ley anterior, que tanto les gusta, pena de dos años a dos policías de uniforme por penetración sin consentimiento. También con conformidad de la Fiscalía".